El proveedor de compañías del motor ZF Friedrichshafen ha anunciado este miércoles su intención de recortar 7.600 empleos para reducir costes, en un nuevo ajuste en un sector germano en plena transición. La decisión, acordada con los sindicatos, se concentra en su división de transmisiones electrificadas y busca lidiar con la baja demanda y el exceso de capacidad.
Las 7.600 salidas son parte de un programa de reducción de 14.000 empleos anunciado el año pasado. Se potenciarán las salidas voluntarias y el reciclaje profesional para evitar despidos forzosos. Entre las medidas de ahorro adicionales se incluyen retrasar los aumentos salariales y la reducción de la jornada laboral en Alemania. Se espera que reduzcan los costes en más de 500 millones de euros para el 2027.
La unidad de transmisiones, la más grande de ZF en términos de empleo y ventas, detendrá el desarrollo de productos relacionados con vehículos eléctricos y centrará sus inversiones en tecnologías como las transmisiones para motorizaciones híbridas enchufables. La división también fabrica tecnología de extensión de autonomía y transmisiones automáticas.
ZF ha realizado una serie de adquisiciones costosas en la última década que la han llevado a acumular una elevada deuda, incluida la adquisición por 7.000 millones de dólares de la firma estadounidense centrada en sistemas de frenos Wabco en el 2020.
Las medidas ponen de relieve las presiones que pesan sobre la industria automovilística alemana, que se ve afectada por el lento avance de la demanda en Europa, el coste de los aranceles y la creciente competencia de los fabricantes chinos. La decisión llega poco después de conocerse que Bosch recortará 13.000 empleos centrados en automoción. Otros como Continental o Schaeffler están inmersos en procesos similares.

