Gemma de Torres y Sara García, 19 años: “El día que me quiera independizar, no lo podré hacer en Barcelona. Seguramente tendré que vivir en los alrededores de la ciudad para poder tener un piso propio”

Vivienda

El aumento del coste de vida, la dificultad de acceder a una vivienda y las altas exigencias académicas hacen que muchos jóvenes se replanteen cómo será su futuro

Gemma de Torres y Sara García, estudiantes de Derecho.

Gemma de Torres y Sara García, estudiantes de Derecho.

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Cada vez son más los jóvenes conscientes de la situación económica y laboral que les espera tras acabar sus estudios. La combinación de factores como los bajos salarios, el alto coste de vida y un mercado cada vez más competitivo hace que muchos estudiantes se replanteen cuáles serán sus opciones profesionales y de vida al terminar sus estudios. Temas como el empleo, el derecho a una vivienda digna y las pensiones son cuestiones importantes para todos aquellos que están por incorporarse al mundo laboral.

Woman sketching a business plan on a placard at a creative office

Cada vez son más los jóvenes conscientes de la situación económica

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Gemma, estudiante de Derecho de 19 años en la Universidad de Barcelona, refleja esta preocupación: “Creo que me costará bastante encontrar empleo cuando acabe mis estudios. Si no hago ninguna especialización, no creo que gane más de lo que ganan otras personas. En el caso de que no encontrase trabajo aquí, si me replantearía en un futuro la posibilidad de irme al extranjero,” explica en La Vanguardia.

Actualmente, los precios de alquiler son muy altos. Quizás si encuentro un trabajo donde cobre bien, pero dudo que sea fácil 

SaraMataró

Por su parte, su compañera y amiga Sara señala la competitividad que hay en su sector y cómo una especialización es clave para poder diferenciarse del resto. “Es una carrera que mucha gente está estudiando y hay mucha competitividad”, explica. “En España nos inculcan que tenemos que ir a la Universidad para tener un buen futuro laboral, pero una vez acaban sus estudios se encuentran todos con la misma situación”, añade. Aunque ambas tienen pensado especializarse después de finalizar su grado, coinciden en que, pese a la formación académica, el mercado laboral no garantiza estabilidad ni buenos salarios.

Asimismo, la vivienda se ha convertido en uno de los principales retos para la juventud, ya que los salarios no son acordes al coste de vida. “Actualmente, los precios de alquiler son muy altos. Quizás, si encuentro un trabajo donde cobre bien, entonces quizás sí, pero dudo que sea algo fácil ni tampoco un proceso rápido”, confiesa Sara. 

Y es que la falta de oportunidades laborales afectan directamente a la posibilidad de independizarse y acceder a una vivienda propia. “El día que me quiera independizar, no lo podré hacer en Barcelona. Seguramente tendré que vivir en alguna ciudad de los alrededores para poder tener un piso propio. En Barcelona, es casi imposible”, señala Gemma con cierta resignación.

En Barcelona casi ya no hay comercios locales. Ahora todo son cadenas y los precios están dirigidos a los turistas

GemmaBarcelona

Esta situación no solo se justifica por los bajos salarios, sino también por el incremento de coste de vida en ciudades como Barcelona y Madrid, influido en parte por el aumento del turismo y la llegada de nómadas digitales. Gemma, que ha vivido toda su vida en la ciudad, lo ha presenciado: “Las propuestas en Barcelona están enfocadas en el turismo. En Barcelona casi ya no hay comercios locales. Ahora todo son cadenas y los precios están dirigidos a los turistas y esto acaba afectando a los que somos de Barcelona”, se lamenta.

Todos estos factores llevan a muchos jóvenes a cuestionarse no solo el presente, sino el futuro a largo plazo, como la jubilación. En este contexto, Gemma y Sara confían en que el gobierno proteja los derechos de sus ciudadanos por haber trabajado a lo largo de su vida, aunque aseguran que, dada la situación actual, es posible que el concepto de jubilación cambie con el tiempo.

 “Creo que sí llegaremos a tener pensión, pero habrá una diferencia respecto a lo que conocemos hoy, ya que los sueldos son bajos y el coste de vida cada vez es más alto”, afirma Gemma. “Yo también creo que sí tendremos pensión, pero quizás alarguen más la edad de retiro. Hay muchos factores a tener en cuenta, como por ejemplo quién esté gobernando en ese momento, pero, en general, creo que será peor que la situación actual”, concluye Sara.

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