La empresa italiana de traslados en coche y bus LimoLane abre oficina en Barcelona con la idea de crecer en el sector del lujo y la moda. La oficina, que contará con 7 empleados y busca expandirse hasta los 30 en tres años, será la punta de lanza en un plan de crecimiento en el país en el que invertirá 5 millones de euros hasta el 2028.
La compañía se especializa en la gestión de traslados con chófer en el día a día, para eventos y para grandes citas. Con operativa en el país desde hace tres años y ya un millón de euros invertidos, “trabajamos en el mundo prémium, del lujo”, resalta Andrea Massenz, cofundador y director del negocio en España. A modo de ejemplo, cita entre los clientes a primeras firmas de la moda. “Ya tenemos cierta capilaridad y el país crece muy bien, tenía sentido una oficina local”, argumenta. La idea de establecer una sede en España es justamente estar más cerca de los clientes y cerrar encargos más a medida. Se escoge Barcelona por las facilidades logísticas. El quipo se encargará de las ventas y las operaciones, como la planificación de eventos, “añadiendo el toque de conocimiento local”.
El servicio se enfoca en las empresas, enlazando clientes con flotas previamente seleccionadas
El servicio se presta exclusivamente a empresas y sin conductores propios, ya que la plataforma hace de enlace entre flotas de terceros y clientes. “Somos como un marketplace, contamos con tecnología propia pensada para resolver todos los problemas, desde saber donde está el chófer al cobro integrado”, expone Massenz. A la plataforma no accede cualquiera: se buscan y analizan los proveedores, sus flotas –trabaja principalmente con vehículos Mercedes–, los empleados... Incluso tienen una academia para entrenar a los conductores. “Trabajamos con el lujo y queremos que la experiencia también sea de lujo. Como estamos muy enfocados en la calidad de los proveedores, vamos abriendo sedes locales”, sigue. A nivel global, la de Barcelona se suma a otras que ya tiene repartidas por el mundo como la de Milán, París, Londres o Nueva York.
El grupo factura 2 millones de euros en el país, pero con la expansión e inversión quiere disparar a los 25-30 millones en el plazo de tres años. En los planes baraja la apertura de una oficina en Madrid. “Es donde más trabajamos por volumen, existe mucho proveedor y hay grandes grupos y eventos”, justifica. La capital, Barcelona, Málaga o València son las ciudades en las que más activa está.
Originaria de Italia, LimoLane factura 42 millones a nivel global, con operativa en tres continentes. Con 200 empleados, en su plan de crecimiento el objetivo es ingresar 250 millones para el 2028.
