Oura se ha convertido en una de las empresas tecnológicas mejor valoradas de Europa. La startup finlandesa, conocida por unos anillos inteligentes que controlan la calidad del sueño, ha logrado una valoración de 11.000 millones de dólares, unos 9.500 millones de euros al tipo de cambio actual. En el panorama digital europeo, esta valoración solo es superada por gigantes como Revolut y Mistral, según la plataforma CB Insights.
La compañía ha convertido su anillo en todo un fenómeno, especialmente entre la élite de Silicon Valley. El consejero delegado de Meta, Mark Zuckerberg, no se lo quita en ningún momento. Un artículo en la revista Forbes contaba que el magnate quiere controlar al máximo cómo duerme ocho horas al día. Otros tótems de la industria tecnológica como Jack Dorsey (fundador de Twitter y Square), Marc Benioff (Salesforce), Michael Dell (Dell) o David Risher (Lyft) también confían en las virtudes de este anillo. A lo largo de los últimos años, se han sumado a la tendencia personalidades como el príncipe Enrique, Jennifer Aniston o Kim Kardashian.
¿Qué tiene el anillo de Oura que no tengan los demás gadgets que controlan las constantes vitales? Según la compañía finlandesa, la precisión de los datos. Y el mercado está respondiendo. Desde su nacimiento en 2013, Oura ha vendido más de 5,5 millones de unidades y en el último ejercicio (2024), los ingresos han superado los 500 millones de dólares, más del doble que el año anterior.
Además, los fondos de capital riesgo no paran de inyectar dinero en el negocio. De hecho, la nueva valoración de la startup viene a cuento de la última ronda de financiación, en la que Oura ha levantado 900 millones de dólares, unos 800 millones de euros, procedentes de inversores internacionales como Fidelity Management & Research, Iconiq, Whale Rock y Atreides.
“Estamos orgullosos de estar construyendo no solo un producto, sino un movimiento global sobre la salud proactiva, que ayuda a la gente a entender sus cuerpos, tomar mejores decisiones sobre su estilo de vida y conectar de manera más efectiva con proveedores sanitarios”, apuntó ayer el consejero delegado, Tom Hale, en un comunicado.
Con 900 personas en plantilla, la empresa invertirá el dinero en mejorar su tecnología y llegar a nuevos consumidores. Además del anillo, Oura ha empezado a comercializar tests de sangre. El negocio se encuentra en la venta de estos productos y en el cobro de una suscripción por el análisis de los resultados. Según la compañía, el negocio ha crecido de forma exponencial en el último año y la empresa espera mantener el ritmo este año superando los 1.000 millones de facturación.
