Las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte marítimo de la Unión Europea están en sus niveles más altos desde el 2018, año en que entró en vigor el reglamento de seguimiento, notificación y verificación de emisiones (MRV), que obliga a los operadores marítimos a hacer seguimiento y a notificar las emisiones de sus viajes que tengan como origen o destino un puerto comunitario. En concreto, la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (Transport & Environment) indica que en el 2024 las emisiones aumentaron un 13% en comparación con el 2018 a pesar del leve descenso registrado en el comercio marítimo relacionado con la UE. El origen del problema hay que buscarlo en la geopolítica.
“Por problemas geopolíticos, las embarcaciones se han visto obligadas a tomar rutas más largas y, por tanto, han recorrido más kilómetros y han incrementado sus emisiones”, razona Manel Balfegó i Brull, de la consultora experta en sostenibilidad Anthesis Group. Los problemas a los que se refiere el experto son ataques a buques que cruzaban el mar Rojo perpetrados en el 2024 por milicias hutíes, un grupo rebelde en armas contra el Gobierno de Yemen. El mar Rojo, a través del estrecho de Bab el Mandeb y del canal de Suez, es la principal vía de navegación entre Asia y Europa, y para esquivarlo, las embarcaciones han tenido que circunnavegar África por el cabo de Buena Esperanza.
Dato
La distancia navegada ha aumentado un 18% de media y la velocidad operativa se ha incrementado un 3%
Según un análisis de la información del MRV realizado por Transport & Environment, los buques portacontenedores fueron los principales responsables del aumento de las emisiones, con un incremento del 46%. Esto se explica por un aumento del 18% en la distancia media navegada y un crecimiento medio del 3% en la velocidad operativa, así como por el aumento del número de buques necesarios para cubrir rutas más largas. Las emisiones del transporte marítimo son muy sensibles a la velocidad operativa, ya que cada aumento del 1% en la velocidad puede generar un incremento del 3% en las emisiones.
A pesar de todo, Balfegó i Brull recuerda que el transporte marítimo es la principal vía de comercio mundial y también la que tiene menos emisiones de gases de efecto invernadero por kilómetro y tonelada transportada. “Es significativamente menos emisor que la aviación o que el transporte por carretera”, asegura el responsable de proyectos de Anthesis Group. Para el experto, la solución no pasa tanto por dejar de utilizar el transporte marítimo, sino por “hacerlo más eficiente y descarbonizarlo”. “Otro tema aparte –añade– es el elevado consumo e inmediatez actual del comercio internacional debido a la compra de bienes de bajo coste”.
En la actualidad, el combustible utilizado por las embarcaciones es fueloil. “Es un derivado del petróleo, bastante menos refinado que el diésel porque hay menos regulación”, explica el responsable de Anthesis Group. Las alternativas a este combustible fósil son los biocombustibles o el hidrógeno verde, pero ambos no cuentan aún con economías de escala ni son económicamente competitivos. “Los biocombustibles se pueden obtener de aceite usado, por ejemplo, pero la disponibilidad de este residuo es limitada; la otra opción son cultivos, pero su utilización entra en competencia con la producción de alimentos”, advierte Balfegó i Brull.
Para el experto, la opción con más sentido es el hidrógeno verde, que es aquel producido con electricidad de origen renovable. “De momento, es muy caro, pero es el camino para reducir emisiones”, asegura el responsable de Anthesis Group. “Su viabilidad dependerá mucho de las inversiones públicas en I+D que se lleven a cabo ahora, pero ya vamos tarde porque como mínimo hasta el 2040 no habrá un hidrógeno verde económicamente competitivo”, pronostica Balfegó i Brull. En este sentido, el experto se lamenta de que la Organización Marítima Internacional haya aplazado un año la adopción del que sería el primer sistema mundial para fijar los precios del carbono para ese sector. “Este impuesto habría ayudado a recortar tiempos”, añade el experto.
Emisiones del transporte marítimo
Los combustibles fósiles viajan en barco
“A pesar del creciente uso de energías renovables en Europa, las importaciones de combustibles fósiles se mantienen obstinadamente altas”, denuncia la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente. Como consecuencia, los buques de transporte de combustibles fósiles siguen representando alrededor del 20% de todas las emisiones del transporte marítimo de la UE, una cifra similar a la del 2018.


