La IA no es pasajera pero tardará en crear valor

Economía digital

El gasto europeo en tecnologías de la información (TI) crecerá un 11%, hasta 1,4 billones de euros

Imagen ilustrativa de usos de la IA

Imagen ilustrativa de usos de la IA 

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El simposio itinerante Xpo, que la consultora Gartner trae cada noviembre a Barcelona, ha transmitido a los 7.000 asistentes de este año un mensaje: la inteligencia artificial ha venido para quedarse, pero va a requerir tiempo –de uno a tres años– además de recursos antes de que las empresas puedan recoger el valor que se les promete. Mientras tanto, deberán seguir invirtiendo y adaptando sus plantillas. Porque en el 2030, ninguna tarea del ámbito tecnológico será exclusivamente humana, mientras que el 25% serán confiadas exclusivamente a la IA. Por tanto, las personas tendrán protagonismo en el restante 75%, a condición de apoyarse en el rol creciente de los algoritmos. De propina, un reconocimiento: es muy posible que tras el entusiasmo inicial aparezcan costes ocultos, tal como ocurre con cualquier oleada tecnológica.

Para alcanzar el nivel de valor deseado, las empresas no deberían encandilarse con quienes disimulan las dificultades de la adopción de la IA: los analistas de Gartner recomiendan contar de entrada con un plan para gestionarla, que les exigirá incluir cambios organizativos y formación de la plantilla. Una síntesis podría ser: “Evitar los extremos de incredulidad o exaltación, para centrarse en el objetivo de capturar el valor que la IA puede aportar a las organizaciones”.

Un 61% de las empresas se preparan para comprar más a los proveedores locales en la nube

El segundo tema dominante, la llamada soberanía digital, está ahora mismo en el candelero. En el simposio de Barcelona se conocieron los resultados de una encuesta entre directivos de TI en grandes empresas. Según sus respuestas, el 61% se está preparando para reforzar sus vínculos con los proveedores de proximidad. Esta actitud responde a un contexto: el 76% de las empresas no estadounidenses tienen previsto
–también en el 2030 y no por casualidad– rebajar su dependencia con respecto a los proveedores globales, normalmente norteamericanos. Es una tendencia nueva y con trasunto político, para la que Gartner tiene a mano un neologismo que va circulando: “geopatriación”. Traducido: mover datos y aplicaciones desde su residencia en una nube global a otras opciones de carácter local o regional. “Esto podría ayudar a que los CIO ( chief information officer ) aumenten su control y alineen sus estrategias con las regulaciones que protegen la privacidad y los intereses nacionales”, resumió el analista Gene Alvarez.

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El buen comportamiento de los mercados de las TI y la evolución positiva que se pronostica ha sido el telón de fondo de las jornadas. El total del gasto en TI se estima este año en 5,5 billones de dólares y en el 2026 debería cruzar por primera vez el listón de los 6 billones. Europa (con el 23% de la facturación total) debería subir de 1.285 billones de dólares a 1.427 billones. Son cifras más altas que las publicadas por la misma consultora en julio y que las proyecciones de noviembre del año pasado. Y podría volver a pasar. Un desglose de los capítulos de gasto indicaría que el software se ha encarecido
–crecerá un 15,8%– en virtud de su empaquetamiento con funciones de IA, mientras que el gasto en dispositivos repetirá la tendencia del año pasado.

En el 2030 ninguna tarea tecnológica será solo humana y un 25% las hará la IA sola

Si la aceleración se confirmara, no sería espectacular, en parte por factores ajenos al sector de las TI. Esta es la opinión de John-David Lovelock, vicepresidente de Gartner y responsable de sus estudios cuantitativos: “La economía europea sigue aún enfrascada en la recuperación del PIB y es muy susceptible ante las incertidumbres que presenta el comercio internacional”.

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