Creada en el 2012, en plena crisis financiera, la agencia de calificación crediticia alemana Scope Ratings se ha convertido en la gran alternativa europea a S&P, Fitch y Moody’s. En esta entrevista, su director de calificaciones soberanas, Alvise Lennkh-Yunus, y el subdirector de esta división, Carlo Capuano, dan su visión sobre el entorno económico actual. El primero está especializado en Europa y Estados Unidos. El segundo analiza la economía española.
¿Cuál es su impresión sobre la economía europea?
Alvise Lennkh-Yunus (A.L.): Cautelosamente optimista. Europa muestra resistencia tras dos grandes crisis simultáneas: el encarecimiento energético por la guerra en Ucrania y la subida más rápida de tipos en la historia del euro. Ambas se están revirtiendo, favoreciendo el crecimiento. Además, la menor incertidumbre tras el acuerdo comercial UE-EE.UU. Y el estímulo fiscal alemán previsto para el año que viene también ayudarán. Esperamos crecimiento resistente en Italia y Francia y fuerte en España.
Con un potencial de crecimiento del 1% y el esfuerzo en defensa, ¿pueden sufrir las cuentas públicas más de lo previsto?
A.L.: Hay un gran cambio en defensa y seguridad en Europa y la necesidad de aumentar el gasto, pero los estados lo perseguirán con distinta ambición, dada su situación fiscal y distinta percepción de amenazas. El presidente del Gobierno español lo señaló claramente en la cumbre de la OTAN. El impacto será desigual. Muchos países –Grecia, Chipre, Portugal, España e Italia– muestran capacidad de recuperación gracias a reformas previas. Los países con calificación alta siguen enfrentándose a presiones. Prevemos una convergencia continuada: los de menor calificación con presiones al alza y los de mayor calificación con presiones a la baja. Tenemos perspectivas negativas para Austria, Finlandia, Bélgica y Francia.
Mantener un alto crecimiento en España dependerá de su capacidad para elevar la productividad”
¿Es posible una convergencia total de los ratings de los países europeos?
A.L.: Por supuesto.
¿España tendrá la misma calificación que Francia?
A.L.: Estos son los avances que observamos. España acabará teniendo el mismo rating que Francia. Hay convergencia en la zona del euro.
¿Cuántos años podría tardar?
A.L.: Nuestras previsiones se basan en cinco años. La convergencia ya se ha producido en la dinámica de deuda y continuará durante los próximos tres a cinco años. Esto demuestra capacidad de reformas y es positivo para Europa.
Francia necesita ajustes fiscales y Alemania, crecimiento. ¿No es lo contrario de una convergencia?
A.L.: La fragmentación política afecta a ambos. Francia tiene dificultades para consolidar sus finanzas y Alemania para aplicar reformas que impulsen el crecimiento. Somos más optimistas para Alemania: crecerá un 1% el año que viene y saldrá del estancamiento. Nuestra referencia: Alemania, Francia e Italia crecerán en torno al 1% y España alrededor del 2%.
Han rebajado el rating de EE. UU. ¿Qué les preocupa?
A.L.: Rebajamos la nota a AA- por dos factores relacionados: deterioro sostenido de las finanzas públicas –déficits del 7%-8% del PIB y deuda rumbo al 140% en el 2030– y debilitamiento de la gobernanza, con un Congreso polarizado incapaz de abordar estas presiones. No hay debate sobre consolidación fiscal. Esta combinación debilita el perfil crediticio de EE. UU.
¿Tienen un exceso de confianza en el dólar y eso les anima a endeudarse? ¿Por qué no comparten la mentalidad europea?
A.L.: Por dos razones: institucionalmente, el techo de deuda limita la emisión pero no obliga a ajustes; además, el papel global del dólar permite emitir deuda sin preocuparse por la demanda, que sigue siendo inelástica. No vemos señales claras de debilitamiento del dólar.
El crecimiento de EE.UU. Depende casi exclusivamente de la IA, financiada por una burbuja crediticia”
Carlo Capuano (C.C.): Los inversores han empezado a cubrirse comprando CDS sobre deuda estadounidense, señal de un cambio que probablemente continuará.
A eso se suma el conflicto entre el Gobierno y la Reserva Federal.
A.L.: La Fed recibe ataques políticos para que baje los tipos pese a la inflación, y el intento de destitución de la gobernadora Lisa Cook plantea dudas. La decisión final del Tribunal Supremo tendrá importan- tes repercusiones en la confianza institucional.
¿Hay riesgo de burbuja en EE.UU. En torno a la IA?
C.C.: El crecimiento estadounidense depende casi exclusivamente de las inversiones en IA, financiadas por una burbuja crediticia. Aunque los avances tecnológicos apoyan la economía, también aumentan la volatilidad y el riesgo de correcciones. Las ganancias de productividad podrían materializarse más tarde de lo que espera el mercado, lo que implicaría una fuerte corrección con efectos en mercados y crecimiento real.
¿Hay riesgo de contagio a la economía real y global?
A.L.: Dependerá del canal de productividad y del efecto riqueza. El consumo estadounidense lo impulsa el 10% de mayor renta, beneficiado por la bolsa; una corrección afectaría su consumo y el crecimiento. El contagio global dependerá de quién financia estos gastos de capital.
¿Preocupa la concentración de riqueza?
A.L.: La desigualdad elevada pue- de afectar al crecimiento a medio plazo y aumentar los riesgos políticos y sociales. Es un factor negativo que incorporamos en nuestros modelos.
¿Un problema como la escasez de vivienda puede tener efectos macroeconómicos?
C.C.: Por supuesto. La vivienda es clave. Analizamos cómo se financia el mercado inmobiliario, si hay deuda, la exposición bancaria y la estabilidad financiera. Consideramos no solo la asequibilidad, sino a quién financia la vivienda y si los hogares tienen salario suficiente para soportar una corrección y pagar las cuotas.
¿Cómo se puede resolver el problema?
C.C.: En España hay escasez de viviendas y retrasos en permisos, que deben acelerarse. Cuando los precios suben, aumenta el incentivo a invertir por la mayor rentabilidad. Veo un fuerte énfasis en invertir en construcción para reducir la brecha.
¿Cómo ven la situación general de España?
C.C.: Tenemos una calificación A con perspectiva positiva, reflejo de la solidez económica. Es gracias a dos factores: inmigración y fondos Next Generation. La cuestión es si estos apoyos continuarán. Con un crecimiento potencial cercano al 2% y fuerte demanda interna, España sigue entre las economías con mejor desempeño de Europa. El crecimiento dependerá más de la demanda interna, donde España está bien. Existen interrogantes sobre la gobernanza. El Gobierno pretende completar la legislatura hasta el 2027, pero su posición es frágil. Si no aprueba los presupuestos, quedará limitada su capacidad. En comparación con países similares, el Gobierno español tiene menos margen para aplicar políticas.
¿Alguna reforma ineludible?
C.C.: La digitalización de la administración es fundamental para aumentar eficiencia y competitividad. Es esencial para la productividad, un factor clave para elevar el crecimiento potencial, especialmente ante la futura reducción de la población en edad de trabajar pese al impacto de la inmigración. Mantener un alto crecimiento en España dependerá de su capacidad para elevar la productividad.

