Evitar que los ahorros se acaben devaluando se ha convertido en un desafío cada vez mayor, sobre todo para aquellos que sufren aversión a la pérdida. La bajada de tipos, no obstante, es una buena noticia para los que buscan hipoteca. Nunca llueve a gusto de todos, ni tampoco en las cuestiones dinerarias.
El tema de la semana
Invertir en viviendas
En busca de alternativas. La fuerte caída de la rentabilidad de depósitos, cuentas remuneradas y letras del Tesoro conduce al pequeño ahorrador a explorar otras opciones, como la inversión en bienes raíces, o perder poder adquisitivo. Por debajo de una TAE del 3%, el rendimiento con toda probabilidad será negativo en este tipo de productos, a no ser que se cumplan determinadas condiciones.
La inversión estrella. Ante este panorama, hay quien apuesta por valores refugio como el oro o el ladrillo. Pero cuidado, porque pueden surgir obstáculos en el camino, como al intentar comprar una vivienda sujeta al derecho de tanteo y retracto por parte de una administración pública. En Catalunya, los casos en que la Administración puede adquirir un piso generan confusión y demoran ventas. Pese a ello, la mayoría de las hipotecas que se solicitan son para invertir, aunque no siempre sea la opción más recomendable, tal como sostiene el inversor y divulgador Gregorio Hernández: “Vivirás mejor (y los demás también) si inviertes en dividendos en vez de en viviendas” (Podcast Bolsillo).
Sede de la Agencia Tributaria en Catalunya
El factor fiscal. Sea cual sea la opción escogida para sacar provecho de cada euro ganado, no hay que olvidarse que siempre tocará pasar luego cuentas con Hacienda. Más pronto que tarde... Porque el próximo 2 de abril arranca la campaña de la renta. Los contribuyentes ya pueden consultar y modificar sus datos fiscales, sin perder de vista que este año la Agencia Tributaria pondrá el poco en los que hagan ostentación de riqueza y no ejerzan sus obligaciones tributarias.
Y además, el día a día...
Dinero que cae del cielo
En contraste con los que pagan, están los que reciben. Este es el caso de los agraciados con regalos en forma de pisos y dinero. Se trata de un tipo de donaciones que crece al calor del aumento de los precios de la vivienda, con el fin, en muchos casos, de ayudar a los descendientes a costearse un techo.
Firma de una herencia
Los que no tienen más remedio que alquilar, tienen motivos de sobras para estar enfadados. Los alquileres en los países ricos suben a un ritmo anual de en torno al 5% anual, el crecimiento sostenido más rápido en décadas, lo que representa un gran obstáculo para la cuarta parte de la población que reside en estos territorios.
