Siete medidas que aplicar en la recta final del año para pagar menos a Hacienda
Bolsillo
Beneficios fiscales que ayudarán a ahorrar varios centenares de euros en la próxima declaración
Una buena planificación fiscal puede mejorar significativamente las finanzas de un hogar.
Una de las estrategias de ahorro más eficaces es reducir en la medida de lo posible la factura con la Agencia Tributaria. Los 24 millones de contribuyentes todavía están a tiempo, antes de que acabe el año, de aplicar determinadas medidas para beneficiarse de deducciones y ventajas fiscales en la próxima campaña de la declaración de la renta. La factura con Hacienda puede reducirse en varios centenares de euros.
Desde donaciones a ONG, pasando por aportaciones a planes de pensiones, hasta la venta de acciones para compensar ganancias patrimoniales, estas son algunas de las acciones que el contribuyente puede llevar a cabo hasta el 31 de diciembre para reducir el importe a pagar en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
Sueldo
Acogerse a la retribución flexible
“Una de las soluciones más sencillas es apostar por la retribución flexible”, aseguran desde Taxdown. Este sistema retributivo permite al trabajador cobrar una parte del sueldo en especias que no tributan en la renta, en concreto en productos o servicios como dietas, transporte, guardería, formación y seguros de salud. “Hacienda nos devolverá más dinero en la declaración o la empresa nos retendrá menos IRPF en la nómina”, dilucida Aitor Fernández, experto fiscal de la startup, que estima que la media de ahorro es de entre 100 y 400 euros por trabajador al año.
Donaciones y cuotas
Oenegés, fundaciones, partidos políticos, sindicatos...
La Agencia Tributaria establece que los contribuyentes pueden deducirse hasta el 80% de los primeros 250 euros donados a organizaciones sin ánimo de lucro, como oenegés, fundaciones, federaciones deportivas y partidos políticos. Si se supera esta cantidad, el porcentaje baja al 40%. “Es importante, en el momento de realizar la donación, asegurarnos de registrar correctamente nuestros datos en la web o en el formulario de la organización —recomienda Fernández—, ya que las ONG y asociaciones envían esta información a Hacienda para que quede constancia de la donación”. Además, las organizaciones suelen entregar un justificante que permite al contribuyente ejercer el derecho a la deducción correspondiente.
También desgravan las aportaciones a sindicatos y colegios profesionales en las profesiones en las que es obligatorio la colegiación. “Ahora bien, si soy abogado pero no ejerzo, no se puede incluir la cuota”, aclara el experto.
Inversiones
Compensar pérdidas con ganancias patrimoniales
Hacienda permite deducir las pérdidas generadas en una inversión -por ejemplo, en viviendas, acciones o rendimientos del capital mobiliario- si se han obtenido ganancias patrimoniales en otra. Así, si en el 2025 el contribuyente hubiera vendido un bien inmueble a pérdidas podría compensar con las ganancias obtenidas en la inversión en acciones o fondos. “Hay mucha gente que, por ejemplo, vende el piso de la playa y aprovecha a 31 de diciembre para vender a pérdidas acciones de una empresa para compensar la plusvalía de la venta del bien inmueble”, dilucida Fran Serantes, coordinador del Grupo de Expertos en IRPF de la Asociación Española de Asesores Fiscales (ADEAF) .
No obstante, hay que tener en cuenta que la normativa tributaria prohíbe en el plazo de dos meses comprar valores homogéneos a los que se ha vendido previamente para compensar ganancias patrimoniales. Por lo tanto, el contribuyente deberá esperar ese plazo para volver a adquirir títulos de la misma empresa. Además, se permite compensar ganancias patrimoniales con rendimientos del capital mobiliario hasta un 25%. Por ejemplo, aclara Fernández, “se puede compensar hasta este porcentaje las pérdidas en acciones con ganancias en dividendos e intereses”. Por ejemplo, si las ganancias generadas en acciones de la compañía A ascienden a 1.000 euros y se han perdido 3.000 euros con acciones de la compañía B, la pérdida total será de 2.000 euros, que se podrán compensar en los cuatro ejercicios siguientes, primero con otras ganancias patrimoniales y, en segundo lugar, con rendimientos del capital mobiliario (como intereses y dividendos), hasta un máximo del 25% anual.
Jubilación
Aportar dinero a un plan de pensiones
Aportar dinero a un plan de pensiones es otra de las ventajas fiscales más habituales para reducir el pago final de IRPF. Eso sí, hay que tener en cuenta que el máximo que se puede aportar de manera individual no puede superar los 1.500 euros, que puede llegar hasta 10.000 euros en caso de que el contribuyente pueda beneficiarse de un plan de pensiones de empleo promovido por la empresa o institución en la que trabaja. Para los trabajadores autónomos que se adhieran a un plan de empleo simplificado, el límite es de 4.250 euros, por lo que, sumando un plan de pensiones individual, su aportación máxima anual puede alcanzar los 5.750 euros.
Sin embargo, Fernández advierte que las aportaciones a planes de pensiones son en realidad “un diferimiento fiscal, porque cuando rescatemos el dinero, sí deberá tributarse”. Además, hay que tener en cuenta que los planes de pensiones se integran en la renta como rentas del trabajo, a las que se les aplica un tipo más elevado que las rentas del ahorro. Por este motivo, “es mejor rescatar el dinero de forma mensual para que la base imponible no sea tan alta y se paguen menos impuestos”, aconsejan desde Taxdown.
Medio ambiente
Mejorar la eficiencia energética de la vivienda
En la declaración del ejercicio 2025, se puede deducir la realización de obras de eficiencia energética en vivienda, con incentivos que varían en función del tipo de intervención. Las actuaciones que reduzcan al menos un 7% de la demanda energética para calefacción y refrigeración pueden beneficiarse de una deducción del 20% del coste, hasta un máximo de 5.000 euros por vivienda.
En el caso de actuaciones que reduzcan un 30% el consumo de energía primaria no renovable, o mejoren la calificación energética alcanzando las letras A o B en vivienda habitual, el porcentaje de la deducción se amplía al 40% de las cantidades satisfechas por las obras, hasta un máximo de 7.500 euros. Si la mejora afecta a todo el edificio, la deducción se eleva al 60% de la inversión, con un tope de 15.000 euros por vivienda, repartido en tramos de 5.000 euros anuales.
Transporte
La compra de un coche eléctrico
La adquisición de un vehículo eléctrico puede dar derecho a una deducción de hasta 3.000 euros, siempre y cuando se destine el coche a uso personal. Entre los requisitos a cumplir destaca que el coche deberá estar matriculados por primera vez en España antes del 31 de diciembre o antes de que finalice el segundo período impositivo posterior a aquel en el que se produjo el pago de la cantidad a cuenta. Además, esta deducción es compatible con las ayudas del Plan MOVES III. También se contempla deducción por la instalación de un punto de carga.
Inversión
Deducción por inversión en empresas de nueva o reciente creación
Este incentivo fiscal tiene como finalidad favorecer la captación, por parte de empresas de nueva o reciente creación, de fondos propios procedentes de contribuyentes que participen tanto aportando sus conocimientos profesionales al desarrollo de la sociedad como mediante la inversión en el capital de la compañía. El inversor podrá deducirse el 50 % de las cantidades invertidas en la suscripción de acciones o participaciones, hasta un máximo de 100.000 euros anuales.
Por último, los expertos en fiscalidad aconsejan revisar las deducciones disponibles en la comunidad autónoma de residencia. En este sentido, existe un amplio abanico de beneficios fiscales, por ejemplo, por gastos escolares, cuotas de gimnasio, alquiler de la vivienda habitual, contratación de ayuda doméstica o por la compra o rehabilitación de una vivienda en un núcleo rural. Por lo general, apunta Serantes, “las deducciones autonómicas están dirigidas a contribuyentes con rentas bajas”. Asimismo, añade, “siempre hay que revisar los requisitos que se exige en cada caso”. Normalmente, el derecho a cada deducción deberá acreditarse mediante facturas y el abono a través de determinados medios bancarios, como transferencia o tarjeta bancaria.