El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha salido satisfecho de Waterloo. El líder de UGT ha mantenido una reunión de una hora y media con el expresident de la Generalitat Carles Puigdemont, tras la cual ha asegurado que confía en que pueda haber avances para que Junts pueda apoyar a reducción de la jornada laboral.
“Creo que el president Puigdemont no tenía la misma postura cuando entramos que cuando salimos, e intentaremos que esto vaya a más”, dijo en declaraciones a los periodistas. El sindicalista desearía que la posición de Junts en referencia a la reducción del tiempo de trabajo, de pasar de las 40 horas a las 37 horas y media, fuera en la misma dirección que la que tiene el PNV, “que no es negar la reducción del tiempo de trabajo, sino, en todo caso, ir a un proceso de negociación que nos permitiera poder hacerlo con un cierto consenso”.
También ha viajado hasta Waterloo el secretario general de UGT en Catalunya, Camil Ros, que le ha hecho entrega del último estudio que han presentado en relación cómo afecta la reducción del tiempo de trabajo en Cataluña, que, según han informado, afectaría en mayor o menor medida al 70% de los trabajadores catalanes.
La reunión, la primera entre ambos en nueve años –la última fue en el Palau de la Generalitat, cuando todavía era president– ha sido “positiva” para Álvarez, porque les abre puertas para continuar este proceso de diálogo con el presidente de Junts”. “En relación con cuál será la posición de Junts, queda trabajo por hacer y nosotros lo vamos a intentar realizar con todas nuestras fuerzas”, ha indicado.
            El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, habla a la prensa con el secretario general de la UGT de Cataluña, Camil Ros
El encuentro se produce, sin embargo, en plena tensión entre el partido catalán y el PSOE, mientras, después de volverse a reunir en Ginebra este fin de semana, los posconvergentes acusan a la formación de Pedro Sánchez de incumplimientos del pacto de investidura al que llegaron al año pasado. Y, mientras Junts reclama la transferencia de las competencias de inmigración a la Generalitat o la oficialidad del catalán en la Unión Europea, el PSOE quiere abordar los próximos presupuestos generales del Estado, para lo que antes hay que aprobar el techo de gasto y la senda de estabilidad que los posconvergentes ya tumbaron en verano y que hace unos meses el PSOE retiró del orden del día del Congreso de los Diputados ante el riesgo de que fuera de nuevo rechazada su medida.
En este escenario, Álvarez ha insistido en que él no es en ningún caso un mediador entre las formaciones, pero ha recordado que el Gobierno de España debe “acabar de cerrar” la cuestión del cumplimiento de los acuerdos a los que llegaron para la investidura. El líder de UGT ha destacado la “anomalía” que representa el haber ido a Bruselas para reunirse con el presidente de Junts, pero ve “igual de anómalo que no se haya puesto en marcha la ley de amnistía” y que pudieran haberse visto en Madrid.
