El BCE respalda el rearme europeo al asegurar que añade crecimiento e innovación

Política monetaria

Lagarde fija el precio del dinero en el 2,5% pero se vislumbra una pausa en las bajadas con la primavera

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La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde REUTERS/Jana Rodenbusch

Jana Rodenbusch / Reuters

Todo a la vez en todas partes fue el título de la película ganadora del Oscar hace justo un año. La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, utilizó el jueves una expresión similar: “vemos riesgos e incertidumbres en cualquier sitio”.

Motivos suficientes para rebajar el precio del dinero un cuarto de punto, hasta el 2,5%. Por sexta vez desde junio (la quinta seguida), Francfort continúa con la senda de relajación de la política monetaria tras comprobar que la inflación sigue a la baja y, sobre todo, que el crecimiento peligra.

Si los aranceles despliegan sus efectos y el gasto militar se desboca, la inflación puede repuntar

Sin llamarlo “efecto Trump”, Lagarde ha pintado un cuadro con alusiones a la geopolítica. “La economía europea continúa afrontando retos y los expertos han vuelto a rebajar sus proyecciones de crecimiento hasta el 0,9% para 2025, dos décimas menos. Las correcciones a la baja para 2025 y 2026 reflejan un descenso de las exportaciones y la persistente debilidad de la inversión, atribuible en parte a la elevada incertidumbre sobre las políticas comerciales y  sobre las políticas económicas en general”.

Sin embargo, han emergido novedades. Porque la bajada del precio del dinero tiene lugar justo cuando el banco ha revisado al alza dos décimas sus previsiones de inflación para este año y ha aplazado al 2026 el regreso al nivel objetivo del 2%. Es decir que el frenazo de la inflación se da ahora, pero en el futuro no está claro.

De hecho, Lagarde ha mandado algunos mensajes que hacen pensar que una pausa podría estar cerca. “La política monetaria está adoptando una orientación considerablemente menos restrictiva”, afirma el comunicado.   Hay un cambio en el lenguaje: la política monetaria ya no es “restrictiva”, sino algo menos. Esto quiere decir que nos estamos acercando al nivel neutral y que los regalos para los hipotecados podrían acabarse pronto. Como detalle este recorte del jueves ya contó con una abstención, la del gobernador del Banco de Austria, Robert Holzmann. Entre halcones y palomas, empieza a surgir cierto debate. Según BlackRock, “las próximas decisiones no serán unánimes”.

Ya ha habido una abstención: para abril el debate si cortar o hacer pausa será intenso

En el plano más institucional, la presidenta del BCE ha respaldado, con condiciones, el actual plan de rearme europeo presentado por la Comisión y el programa de gasto militar anunciado por Alemania, la primera economía de la eurozona. Lagarde ha recordado que los gastos en defensa añaden crecimiento y que suelen mejorar la productividad al generar innovación. La francesa ha precisado que dependerá de cómo esto se financie, de la aprobación de los parlamentos nacionales y de su implementación, es decir en qué medida se involucran las empresas europeas.

“Este no es el típico ciclo de recortes. Aparte de los posibles aranceles un aumento del gasto en defensa en toda Europa podría impulsar la demanda de manera significativa. Ya no creemos que la inflación europea se mantenga por debajo del del 2% como lo hacía antes de la pandemia”, comentan desde la gestora Pimco.

“Si este rearme se pone en marcha será inflacionario. De esto con toda seguridad hablaron ayer los gobernadores”, confirma Josep Soler, consejero ejecutivo de Efpa España. “Si ayer no hubieran recortado tipos, habría sido contraproducente. Pero en abril ahora veo difícil otra bajada. Estamos en las montañas rusas. Y lo que vale hoy, mañana puede que no”.

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