La opa del BBVA al Sabadell se ha convertido en el nuevo escenario de la pugna entre Barcelona y Madrid por el liderazgo de la economía y el poder empresarial, que en las últimos años se ha decantado descaradamente del lado de la capital española. El Cercle d’Economia basó este martes su rechazo a la operación en los perjuicios para el interés general de concentrar aún más los centros de decisión empresarial en Madrid en lugar de en otros territorios como Catalunya. La institución que preside Jaume Guardiola opina que para defender ese equilibrio territorial, el Gobierno debe adoptar medidas que promuevan un “desarrollo armónico de las diferentes ciudades y territorios”.
La propuesta que el Cercle ha hecho llegar al Ministerio de Economía en el marco de la consulta pública sobre la opa es que el Sabadell se mantenga como “una entidad con personalidad jurídica propia” cotizada en bolsa con unos “órganos de supervisión y dirección independientes de cualquier otra entidad bancaria”. Obviamente, debería tener la “efectiva sede de dirección en Catalunya”. Desde el punto de vista comercial, el banco habría de contar con “una estrategia propia aprobada y desarrollada por el consejo de administración y una estructura organizativa autónoma”. El secretario del Cercle, Miquel Nadal, recordó que el equilibrio territorial está garantizado por la Constitución española.
Sobre la oferta de la entidad que preside Carlos Torres de mantener una sede del nuevo banco en Catalunya, el Cercle recordó que “el propio BBVA integró Banca Catalana primero y Catalunya Caixa después, centralizando la dirección en la sede operativa en Madrid”.
Los comentarios del Cercle y del resto de entidades que han participado en la consulta pública están siendo analizados por Economía para decidir si se eleva la decisión al Consejo de Ministros. En caso de que se tome esa determinación (el plazo de 15 días hábiles expira la semana que viene), el Gobierno tiene otro mes para aprobar tal cual la resolución de la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) sobre la opa, suavizar las condiciones fijadas o introducir nuevas pero en el ámbito del interés general.
El Gobierno debe promover un “desarrollo armónico de las diferentes ciudades y territorios”
En función de cuáles sean esas condiciones adicionales, el BBVA podría decidir retirar la opa, como ya ha dejado entrever en alguna ocasión, o seguir adelante.
Sobre los compromisos de la CNMC, el Cercle los considera insuficientes porque solo protegen a las pymes que ya son clientes y no a las que puedan llegar en el futuro. “La reducción de la competencia afectaría al conjunto del sistema bancario, no solo a las empresas que en la actualidad son clientes de Banc Sabadell o del BBVA”, detalla la institución. “Con una menor competencia, todas las empresas salen perdiendo, ya sean clientes del Sabadell o no, y esto afecta a todo el territorio donde las cuatro entidades dominantes puedan operar, no solo en aquellas poblaciones o distritos postales donde estén presentes”, añade. El análisis de la CNMC se basó en el impacto sobre pequeños territorios, fundamentalmente.
Guardiola señaló durante la presentación del posicionamiento sobre la opa que ahora no están hablando de la relocalización de sedes sociales tras la fuga del 2017, sino de dónde están los centros corporativos de las empresas. “Queremos preservar los centros corporativos que generen esa sensación de hubs para tener empleos de calidad”, afirmó.
Las condiciones de la CNMC no garantizan la competencia a las empresas no clientes, según el Cercle
El Sabadell es una de las pocas grandes empresas españolas que tiene su sede operativa y social en Catalunya tras devolverla a la comunidad a principios de año. El otro gran banco nacido en Catalunya, CaixaBank, tiene su domicilio social en València y cuenta con dos sedes operativas en Barcelona y Madrid. En el 2017, otras grandes corporaciones trasladaron a Madrid su sede social, como Naturgy, Cellnex, Occident o Colonial, lo que no ayuda a que se mantengan los centros corporativos en Catalunya. Guardiola aseguró que el Cercle siempre ha defendido la necesidad de mantener un equilibrio territorial, especialmente tras la fuga de sedes por la crisis del referéndum.
“No va contra el BBVA”
Jaume Guardiola quiso dejar claro este martes que las reflexiones del Cercle sobre la opa “no van contra el BBVA”. Quien fuera consejero delegado del Sabadell y número tres del BBVA señaló que el compromiso del banco “con Catalunya es inequívoco”. En su respuesta a la consulta, el Cercle defendió que “la Unión Europea requiere procesos de consolidación bancaria de ámbito transnacional”. Y añadió que “Europa necesita varios bancos grandes paneuropeos, y la excesiva concentración de los mercados nacionales podría dificultar este proceso”. Por eso argumentó que “podría resultar aconsejable el mantenimiento del BBVA y Banc Sabadell como entidades independientes que, en su caso, puedan tejer redes de alianzas con entidades dotadas de perfiles y estrategias equivalentes”. El Cercle no participó la semana pasada en la carta que las principales patronales y asociaciones empresariales catalanas remitieron al presidente Pedro Sánchez para que vete la operación de compra. Guardiola defendió que prefirieron hacer sus propias consideraciones sobre la opa del BBVA sobre el Sabadell.