Mirar desde arriba para entender mejor. Aistech Space usa sus nanosatélites para captar imágenes térmicas de alta resolución y monitorizar los cambios de temperatura que se dan en la superficie del planeta por la actividad humana. Así son capaces de transformarse en vigilantes de movimientos ilegales o de bosques y plantaciones.
La empresa de Sant Cugat, fundada hace una década por Carles Franquesa y Guillermo Valenzuela, se presenta como gran solución. “La forma más efectiva de medir cambios es con la temperatura, y la más eficiente es con la imagen térmica desde el espacio”, expone Valenzuela. Tienen dos grandes campos de uso. Uno, en la seguridad, con el control de actividades ilegales en pesca, fronteras, tráfico de personas y mercancías. “Todo se puede controlar desde satélites”. La otra pata es la sostenibilidad: se puede vigilar la contaminación de aguas, los mares, los cultivos y bosques, refinerías... “Generamos imágenes y datos de muy alta calidad y los valorizamos, permitiendo generar información compleja de obtener”, expone Franquesa.
La empresa, ya con 3 satélites, espera pasar de 1,7 millones de euros facturados a 4 o 5 millones este año
Los socios se lanzaron en el 2015 tras dos aventuras previas juntos. “Vimos una oportunidad para explotar la tecnología espacial y generar valor para el público general”, reconocen. Con el paso por la incubadora de la Agencia Espacial Europea, “hemos desarrollado nuestra tecnología, es el valor diferencial y da autonomía”, dice Franquesa. Tras facturar 1,7 millones de euros en el 2024, prevé llegar a 4 o 5 millones este año y volver a doblar en el 2026. Los fundadores afirman que ya se mueven en resultado positivo.
La actividad crece. “La situación geopolítica implica que la necesidad de información y gestión del territorio desde el espacio aumente”, dice Franquesa. El mayor gasto en defensa europeo será un impulsor. Además, ven apetito inversor por el espacio. Con un puñado de firmas en su segmento, “las necesidades irán a más: hay muchas empresas que no saben que necesitarán la imagen térmica, que les puede aportar un valor diferencial”, cree Valenzuela. Principalmente sirve a clientes de Europa y EE.UU. Citan trabajos para la Comisión Europea para detectar actividades ilegales en el Estrecho o para ver la mejor zona para plantar tomates por África.
Tras una ronda de unos 10 millones de euros, que dio entrada a Global Portfolio Investment, tiene abierta otra de 30-40 millones. Va orientada a acelerar su constelación de satélites. Hoy cuenta con 3 nanosatélites, que “han permitido validar y demostrar la tecnología”, señalan. La constelación planeada llega a 25 nanosatélites o satélites para el 2029-2030, ya con 6 en proceso. A más satélites, más se escala: con el despliegue final tiene un objetivo de ingresos de 150 a 200 millones.
