Saben que la batalla está prácticamente perdida, pero los sindicatos mantienen hoy concentraciones en 50 ciudades españolas para presionar para que el Congreso no tumbe esta tarde la reducción de jornada. Los dos secretarios generales de UGT, Pepe Álvarez, y CC.OO, Unai Sordo, se encerraron ayer en una iglesia de Madrid, esta mañana han participado en la protesta de Barcelona, y por la tarde estarán en la concentración delante del Congreso de los Diputados, en el momento en que se producirá el debate sobre la propuesta.
En Barcelona, la presión va dirigida especialmente a Junts, que el lunes anunció su rechazo definitivo a las 37,5 horas y que ayer su portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras, argumentó básicamente con la premisa del perjuicio que supondría para pymes y autónomos.
Unai Sordo ha lamentado la alianza de las derechas económicas afirmando que “queda claro que cuando las cuestiones económicas, cuando el dinero se pone encima de la mesa, las banderas, las pulseras y los himnos pasan a segundo plano”. Por su parte, Pepe Álvarez ha afirmado que “no se puede dar una bofetada a los trabajadores pensando que se la dan a Sánchez”, para añadir que los ciudadanos de Catalunya no “entenderán que se intente esconder un debate que no se tiene que hacer con grandes frases, sino con datos, con números”.
No se puede dar una bofetada a los trabajadores pensando que se la dan a Sánchez”

Manifestación de los sindicatos en Valencia
Es uno de los argumentos principales de los sindicatos, que no se hurte el debate a la opinión pública, que se permita al menos que haya la discusión en los trámites parlamentarios, y que no se trunque con las enmiendas a la totalidad que se votarán esta tarde. Unas enmiendas que, en principio, serán aprobadas con los votos de Junts, PP y Vox, y por tanto, la propuesta será devuelta al Gobierno. Supondrá un duro revés para el Ejecutivo en general, y en particular para la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ya que esta es su gran medida social de la legislatura.
Barcelona y Madrid son dos de los puntos de las concentraciones que se han desarrollado en 50 ciudades españolas, la mayoría a lo largo de esta mañana. Es el esfuerzo de movilización y presión que ejercen los sindicatos cuando ven que uno de sus grandes objetivos está a punto de decaer. Les cogió ya de sorpresa la convocatoria de la votación para hoy, mucho antes de lo que tenían previsto, y desde entonces han acelerado la preparación de las movilizaciones para presionar a los diputados. Cuentan con que es una causa popular entre los trabajadores.