Era un rechazo anunciado, previsible desde hace semanas, certificado el lunes y hoy oficializado. El proyecto de ley de reducción de la jornada no ha pasado el primer filtro del parlamento y ha sido devuelto al Gobierno. Las enmiendas a la totalidad de Junts, PP y Vox se han aprobado con lo cual el proyecto de ley ha sido rechazado, lo que supone un duro golpe para el Gobierno, el primero desde el retorno de vacaciones, y especialmente doloroso para la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que ve como embarranca su proyecto estrella. El resultado han sido de 178 votos a favor de las enmiendas a la totalidad y 170 en contra.
Para Díaz, es el equivalente a lo que supuso la reforma laboral en la primera legislatura, pero en esta ocasión, no ha sido capaz de reunir apoyos suficientes para que la medida avance. Ya en julio retrasó la presentación para ganar tiempo para negociar con Junts pero los esfuerzos han sido en balde. En Sumar reconocen que el golpe es duro, porque la medida suponía “la bandera social para esta legislatura”. Argumentan que el martes se convalidaron los nuevos permisos familiares en este mismo Congreso, con un gran apoyo, pero la medida ni tiene el alcance ni el peso que suponían la 37,5 horas.
Mientras, fuentes socialistas muestran su alineamiento con Sumar para volver a llevar la reducción de jornada al Congreso en esta legislatura, pero cuando se hayan garantizado los apoyos que ahora no han tenido. “Lo volveremos a traer, pero Sumar debe hacerlo cuando haya agua en la piscina”, indicaron fuentes socialistas del Gobierno.
“Esta votación es un ensayo general de un Gobierno de Feijóo y Abascal”, ha dicho la ministra
A la vista de la derrota, la estrategia de Yolanda Díaz ha pasado por intentar trasladar las culpas a las “tres derechas”, a las que ha colocado en el mismo paquete en esta votación, y ha destinado las principales críticas a Junts. Descalificación en lo político, diciendo a Míriam Nogueras, la portavoz de Junts, que “en vísperas de la Diada, ustedes se colocan del lado opuesto a lo mejor del pueblo catalán…usted representa a los intereses de la patronal española en sus sectores más reaccionarios”. Y descalificación en los datos, afirmando que las pymes y los autónomos españoles y catalanes han tenido suficientes beneficios en los últimos años para afrontar ahora la reducción de jornada.
Críticas a Junts, PP y Vox, y aviso para el futuro de que “la gente de la calle les va a recordar siempre” por la votación de hoy. Y yendo más allá, que este voto es “un ensayo general de lo que pudiera ser un Gobierno de Feijóo y Abascal”.
“No hacen más que mentir... no tienen datos para defender lo indefendible”, ha replicado Míriam Nogueras
En definitiva, una Díaz que ha elegido la crítica a los opositores para culpabilizarlos por la caída de la norma, para trasladardes la responsabilidad de que su gran proyecto ha encallado. “Una bofetada para 12,5 millones de trabajadores”, según sus palabras, y un aviso de que la iniciativa sigue viva. “Sí, vamos a perder una votación, pero la reducción de jornada y la subida de salarios está ganada en la calle. Todo el país quiere que la votación salga adelante”.

La ministra Yolanda Díaz y la portavoz de Junts, Míriam Nogueras
Junts y PP han reiterado las críticas que ya han formulado en los últimos días sobre la norma, básicamente sobre el impacto que tendría en las pymes y los autónomos. Nogueras ha dicho que Díaz “no hace otra cosa que mentir”, y de tener un único argumento, situarlos a ellos a la derecha, “porque no tienen datos para defender lo indefendible”
Por su parte, Juan Bravo, portavoz del PP, se ha manfestado a favor de reducir la jornada, pero no desde la imposición, dado que esta norma supondría un “duro golpe para el empleo”. “Tenemos que ser más productivos para trabajar menos horas”, ha insistido el diputado popular.
Las alternativas a partir de ahora para Yolanda Díaz son trabajar para conseguir volver a presentar el proyecto de ley, pero requerirá tiempo y capacidad para convencer a Junts. Según el cruce de acusaciones escuchado hoy en el Congreso, esto costará. Aunque al final del debate, la ministra tendió un cable a Junts afirmando que le agradecía su predisposición al dialogo y le ha propuesto que “empecemos mañana”.
La segunda vía es implementar de manera rápida uno de los aspectos incluidos en la ley, como es el registro horario para controlar que se respete la jornada fijada, algo que no ocurre actualmente. Este paso se puede llevar a cabo sin pasar por el parlamento.