La posibilidad de que el BBVA se quede con entre el 30% y el 50% de los derechos de voto del Sabadell y se vea obligado a lanzar una segunda opa, esta vez con un alternativa en efectivo, va ganando fuerza entre los analistas. Tras la mejora el lunes de los términos de la oferta, la impresión generalizada es ahora que superará el 30% y el debate surge en torno a si quedará o no algo por debajo del 50%.
Por lo pronto, el BBVA ya se ha cerrado la puerta a elevar la oferta. No solo lo ha declarado ante la CNMV, sino que también ha agotado, con el canje de una acción suya por cada 4,83 del Sabadell, el potencial que le ofrecía la ampliación de capital por 1.123 millones de títulos aprobado por sus accionistas en julio del año pasado.
Despejada esta incógnita, se abre ahora una nueva, sobre si será necesaria o no una segunda opa. Un informe de Jefferies indica que la mejora de la opa del BBVA se sitúa “en la parte baja” de sus expectativas y que la clave está ahora en cuánto se acercará el BBVA, aunque sea por debajo, al 50% del capital del Sabadell. “Cuanto más cerca quede del 50%, más manejable será el términos de capital”.
Como la segunda opa es en efectivo, el BBVA sufrirá en términos de capital. Si se quedase cerca del 50%, apenas tendría que quemar unos 1.000 millones, calculan en Jefferies, pero si estuviese cerca del 30% podría verse en la obligación de poner sobre la mesa cerca de 5.000 millones y quedar por debajo del nivel de solvencia del 12% (Cet1) que el banco se exige a sí mismo. Es por este motivo que cuanto más se acerque al 50% la opa, más “realista” será.
El BBVA quiere conservar un capital mínimo de buena calidad del 12%, aunque las alarmas saltarían en realidad si lo rebajase al 9,12%, que es el umbral mínimo fijado por el BCE. Trasladado a números, tiene un exceso de capital de 5.000 millones con respecto a sus objetivos y de 16.000 millones con respecto a las exigencias del banco central.
El BBVA se impone una ratio de capital de buena calidad del 12%
En todo caso, en la primera opa el BBVA ya no tendrá que gastar capital propio, ya que será solo en acciones. Eso le permitiría acumular un poco más de artillería para el caso de que haya una segunda opa. Un informe de Kepler destacaba ayer que la venta del TSB y el posterior dividendo extraordinario permitirán al BBVA generar capital adicional en los próximos meses.
Los analistas de Barclays creen que “la oferta debería ser suficiente para el éxito de la operación”. Sin embargo, también entran en el debate de la segunda opa, ya que si el BBVA queda algo por debajo del 50% estaría dispuesto a “asumir el riesgo” de acometerla.
Esta segunda operación “podría exponer a BBVA a riesgo de mercado durante un período de oferta posterior y potencialmente implicar una adquisición total del resto financiado en gran parte en efectivo, empujando al Cet1 por debajo de nuestro nivel de capital objetivo, socavando la disciplina de capital central de su estrategia”, afirma.
El Sabadell anima a sus accionistas a que esperen a la segunda opa
Mientras, el Sabadell anima a sus accionistas a que esperen a la segunda opa. “Lo inteligente es dejar pasar la primera e ir a la segunda”, aseguraba el lunes su consejero delegado, César González-Bueno. Una de las características de esta segunda opa es que la CNMV será la encargada de fijar el precio equitativo.
Las acciones del BBVA y del Sabadell subieron ayer, aunque las del primero un poco más. Con los precios actuales de mercado, la oferta recién mejorada se encuentra un 2,5% por encima del valor de cotización del banco vallesano.
Entre hoy y mañana la CNMV debe autorizar el aumento de la oferta anunciado el lunes por el BBVA. En torno al 9 o al 10 de octubre terminará el periodo de aceptación.