El coche eléctrico se estanca y empuja a nuevos parones y despidos

Automoción

La electrificación más lenta de lo esperado justifica las últimas decisiones en la UE

Coche eléctrico.

Imagen de un coche eléctrico durante una recarga

Europa Press

La electrificación más lenta de lo prevista sobresale cada vez más en el mar de desafíos de la automoción europea. Tanto que empuja a fabricantes y proveedores a más ajustes, con parones en la producción y despidos para ajustar las estructuras a una demanda que no despega. La falta de tirón argumenta las decisiones que se han sucedido las últimas semanas, como las de Volkswagen, Bosch o ZF. La competencia china, la regulación o los aranceles completan la tormenta perfecta.

La demanda en la UE está en números rojos. Hasta septiembre se han vendido un 0,1% menos de coches, según la patronal ACEA. El panorama de los coches no contaminantes es de estancamiento: el eléctrico lleva más de un año con un techo del 15%-17% del mercado. Con los híbridos como protagonistas, los fabricantes toman medidas para ajustar su despliegue eléctrico a la demanda real. 

Volkswagen, la mayor comercializadora de eléctricos en Europa, aplica desde esta semana parones en las plantas alemanas de Zwickau y Emden, centradas en eléctricos. “Se adapta la producción a la demanda actual de los modelos que allí se fabrican”, señalaba un portavoz. El ajuste también afecta a Dresde. El gigante ya pactó 35.000 salidas el año pasado.

Stellantis, dueña de Fiat, Opel o Peugeot, parará varias plantas desde mediados de mes. Afecta a Francia, Alemania, Polonia, Italia y España. Zaragoza, Madrid y Vigo tendrán paradas de varios días para ajustarse a la demanda, algo que fuentes conocedoras apuntan que es habitual a fin de año. Ford fue más allá en Alemania al anunciar 1.000 salidas en Colonia, que fabrica el Explorer eléctrico, en un entorno de demanda “significativamente” menor a la estimada. La subida de los precios en los coches de los últimos años o la falta de opciones eléctricas puras en segmentos baratos, con precios de entrada para el gran público, no empujan al consumidor.

Lee también

Los precios de los coches se disparan en toda Europa

Noemi Navas
13 - 04 - 2023 / Barcelona / coches nuevos - vehiculos nuevos a punto de embarcar / Foto: Llibert Teixidó

​La irrupción china, los aranceles, la regulación o las ventas eléctricas completan la tormenta perfecta

Marc Sachon, profesor de IESE especializado en operaciones y automoción, atribuye la situación a un cúmulo de factores. “La venta de eléctricos no ha subido como estaba previsto. Luego está la entrada de los chinos con precios con los que no se tiene forma de competir. También afectan los aranceles”. Con este panorama los fabricantes no desaprovechan una crisis para hacer un reset, dice: “Si la demanda baja, tienes que prepararte y ajustar la producción”. 

La tormenta perfecta la completan la perspectiva de que las ventas sigan dormidas y unos costes laborales y energéticos más altos que en China, valora Jorge Sainz, responsable de automoción en KPMG en España. “Algunos de los fabricantes se están viendo obligados a tomar medidas con un fuerte impacto en el corto plazo, como son las paradas de producción, para ajustarse y seguir compitiendo”. A largo plazo requieren soluciones más sostenibles, como acelerar desarrollos, priorizar inversiones más rentables, colaborar con socios tecnológicos y replantearse el modelo operativo, repasa.

Tras fuertes inversiones en electrificar o digitalizar y miles de empleos perdidos en los fabricantes, se sigue recortando para rebajar costes. Se da en toda la cadena: la patronal de componentes Clepa alerta que sin apoyos decididos, el 25% del empleo del segmento, hasta 350.000 trabajadores, está en riesgo en cinco años. “España es el segundo productor europeo de automóviles y el noveno mundial. Todos los problemas e incertidumbres que afectan a la industria europea afecta de forma evidente”, valora Xavier Ferré, socio responsable de automoción en EY España. “También hay que tener presente la afectación a proveedoras, en España es un sector muy relevante”, sigue. La alemana Mahle anunció hace escasas semanas un ERE para 740 empleados en Cuenca y Valencia, con negocio en electrificados. Al justificarse hablaba de “la ralentización de los mercados globales” o “unos volúmenes más bajos de lo esperado en la movilidad eléctrica”.

El ajuste se extiende por la cadena: las alemanas Bosch y ZF recortarán unos 20.000 empleos

Alemania sufre especialmente. “Han vivido muy bien con las ventas en China y EE.UU.”, apunta Sachon. La luna de miel se acabó: entre competencia local y aranceles, el negocio cae con fuerza y toca ajustar. Bosch plantea 13.000 salidas. Entre otras razones, menciona los “considerables retrasos” en la electromovilidad. ZF recortará 7.600 empleos centrados en la división electrificada. Las afectaciones se dan en todo el continente. La finlandesa Valmet Automotive, que fabrica mucho para Mercedes, planea más de 1.000 despidos, un tercio del total. 

“La industria va a sobrevivir, aquí hay innovación, historia... Pero necesitamos una política industrial más común en Europa, los últimos años han sido de cambios muy abruptos”, cree. Ferré coincide, y llama a establecer una política industrial definida que garantice que se puedan hacer nuevos eléctricos aquí. “La transición al eléctrico representa una transformación profunda, que conlleva ajustes, pero también grandes oportunidades”, advierte.

En EE.UU. hay un reto añadido. Donald Trump acaba de eliminar la ayuda de 7.500 dólares para comprar eléctricos y los analistas temen que el mercado eléctrico se contraiga. Mientras, colea la quiebra de First Brands, fabricante de componentes, con un pasivo de 8.500 millones de euros y 26.000 empleos. Su deuda, las prácticas financieras dudosas y los aranceles precipitan su caída.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...