Alemania brega para relanzar su economía, estancada desde hace cinco años y enfrentada a una profunda crisis de su modelo industrial para la exportación. Para intentar impulsar el crecimiento, el Gobierno de coalición de conservadores y socialdemócratas del canciller Friedrich Merz prevé invertir 500.000 millones de euros en infraestructuras y neutralidad climática a lo largo de doce años. Pero el líder democristiano considera que hay otro elemento fundamental para que la economía despegue: el trabajo.
“En este país tenemos que volver a trabajar más y, sobre todo, de forma más eficiente. ¡Con la semana laboral de cuatro días y con la conciliación de la vida laboral y personal no podremos mantener nuestra prosperidad!”, proclamó Merz en mayo en el foro económico de su partido, la democristiana CDU, para enfado de los sindicatos. Merz quiere, en suma, que los alemanes trabajen más y durante más años.
Las primeras medidas de su anunciado “otoño de reformas” son el plan de jubilación activa (Aktivrente ), con incentivos fiscales para que los pensionistas sigan trabajando, y el recorte de la renta ciudadana (Bürgergeld), un subsidio para personas sin trabajo o con muy pocos ingresos que fue creado hace tres años por el Gobierno del socialdemócrata Olaf Scholz. Ambas medidas son objeto de controversia, como el concepto mismo de “otoño de reformas”, que muchos analistas juzgan inconcreto y parco.
Diagnóstico sobre varios países
La reputación de laboriosidad de Alemania ha sido puesta en entredicho por un informe de la OCDE sobre horas trabajadas en el que figura en último lugar
En cualquier caso, el envejecimiento de la población y la escasez de mano de obra en la primera economía de Europa hacen temer por el mercado laboral. La población activa suma 45,8 millones de personas y, según la Oficina Federal de Estadística (Destatis), en el 2039 unos 13,4 millones de trabajadores habrán cumplido la edad legal de jubilación. Esa edad es ahora de 65 años, pero está previsto que suba a 67 años en el 2031, si bien en función del año de nacimiento y del tiempo de cotización. Las personas con discapacidad o quienes hayan cotizado 45 años podrán jubilarse antes.
Conclusión: con la jubilación de los baby boomers en los próximos quince años, se perderá casi un tercio de la actual fuerza laboral. Los jóvenes no podrán reemplazar en número a sus mayores, y la inmigración tampoco garantizará la mano de obra necesaria.
A esta situación se suma un dato incómodo, que duele en la autoestima de los alemanes, habituados a ser alabados en el extranjero por diligencia y eficacia. Un reciente estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sitúa a Alemania en el último puesto de los 38 países miembros por número de horas trabajadas por persona al año (1.335), muy por debajo de la media de la organización (1.740 horas) y de Grecia (1.893), España (1.638) o Bélgica (1.593), entre otras naciones.
Con todo, para matizar el cuadro, hay otro dato relevante: en el bajón de horas alemán influye la alta tasa de empleo a tiempo parcial del país, que el año pasado fue del 21,1%, solo superada en Europa por Países Bajos y Suiza.
“Todo esto tiene un lado positivo. Las menos horas trabajadas en Alemania puede considerarse un signo de prosperidad. Refleja que muchos alemanes disfrutan hoy de mayor libertad: la capacidad de priorizar el desarrollo personal por encima de la obtención de ingresos adicionales”, sostiene el economista Moritz Kraemer, jefe de investigación del banco público LBBW, con sede en Stuttgart.
Pero también hay un lado negativo, prosigue Kraemer: “El bajo número de horas trabajadas ejerce una presión adicional sobre el sistema de seguridad social, que ya está sobrecargado y depende mucho de las cotizaciones de los trabajadores para financiar las pensiones, la atención médica y las prestaciones por paro. Con menos horas trabajadas per cápita, la viabilidad financiera del sistema se ve cada vez más comprometida”.
El canciller alemán, Friedrich Merz, hablando a la Asociación de la Industria Alemana (BDI) en Berlín el 23 de junio
En este contexto, el canciller Merz ha colocado el asunto de trabajar más entre sus prioridades para la ansiada reactivación económica. Así, la semana pasada, el Gobierno aprobó el proyecto de ley para fomentar que los jubilados trabajen, permitiéndoles ganar hasta 2.000 euros al mes libres de impuestos independientemente de su pensión.
El cambio entrará en vigor en enero y podría provocar inicialmente un déficit fiscal de 770 millones de euros. En contrapartida, como empleados y empleadores cotizarán por esos montantes, contribuirán así a aliviar la presión sobre la sanidad pública y las pensiones, defiende el Ministerio de Finanzas.
Sobre las medidas del Gobierno
Críticas a que el plan de jubilación activa no sea universal, pues excluye a autónomos, funcionarios y otros colectivos; y al poco ahorro que traerá la reforma del subsidio antes llamado ‘Bürgergeld’
“Estamos estableciendo nuevos incentivos para el crecimiento económico; las empresas necesitan trabajadores de mayor edad y con experiencia, así como profesionales cualificados”, dijo el ministro de Finanzas, el socialdemócrata Lars Klingbeil.
“Las empresas buscan ya desesperadamente trabajadores cualificados y las tendencias demográficas agravarán aún más la escasez”, alertó la ministra de Economía, la democristiana Katherina Reiche. La Agencia Federal de Empleo (BA) computaba en septiembre 629.640 puestos de trabajo sin cubrir, pero se estima que son muchos más, pues no todos los dadores de empleo notifican sus vacantes a la agencia.
Cifras para la reflexiónRadiografía del empleo en Alemania
A
La actual población activa de Alemania está compuesta por 45,8 millones de personas, en un país que tiene 83,5 millones de habitantes
B
La autoridades estiman que unos 13,4 millones de trabajadores en Alemania alcanzarán la edad legal de jubilación (que para entonces será de 67 años) de ahora al 2039
CLa actual tasa de empleo es del 77,5%, pero, pese a este buen porcentaje, el paro superó este verano los tres millones de personas por primera vez desde el año 2015
DHoras trabajadas al año El promedio de horas trabajadas por persona y año en Alemania en el 2023 fue de 1.335, la cifra más baja de los países de la OCDE, si bien influye en ello la alta tasa de empleo parcial en el país
EEl producto interior bruto (PIB) de Alemania se contrajo un 0,3% en el segundo trimestre respecto al primer trimestre del año
Un ejemplo de la angustia empresarial por esta situación se vio la semana pasada, cuando los conservadores propusieron un servicio militar obligatorio parcial por sorteo para los varones en caso de que no se logre el número deseado de soldados voluntarios. Aunque la patronal oficialmente no se opone y la medida ni siquiera se ha aprobado, muchas empresas pusieron el grito en el cielo ante la posibilidad de que el ejército les quite a jóvenes empleados o en fase de formación.
Ya ahora hay jubilados en Alemania que completan su pensión con un minijob; a finales del 2023 eran 600.000, según el Instituto Económico Alemán (IW) de Colonia. Pero la nueva jubilación activa que predica Merz dista de ser la panacea. Solo podrán acogerse los pensionistas que sigan trabajando en un empleo sujeto a cotización, mientras que funcionarios, comerciantes, autónomos y trabajadores de los sectores agrícola y forestal quedan excluidos, lo que ha suscitado críticas de los institutos económicos.
Respecto a la renta ciudadana –rebautizada como seguridad básica (Grundsicherung )–, es en realidad un endurecimiento de sanciones para los receptores que no se esfuercen por buscar trabajo o formación. Quien falte a tres citas seguidas en la Oficina de Empleo sin justificación perderá la ayuda.
El propio Gobierno admite que con esta medida ahorrará como mucho 150 millones de euros en dos años. Es más bien un intento de frenar el uso político de un subsidio que es pasto de la demagogia, sobre todo por parte de la extrema derecha, con una idea que bastantes alemanes comparten: que se trata una “ayuda para holgazanes” que no quieren trabajar y para “extranjeros que abusan” del sistema.

