La programación reforzada del sistema eléctrico que el operador Red Eléctrica (REE) está aplicando desde el 29 de abril para evitar que se repita un apagón en España ya acumula un sobre coste de 422 millones de euros, según los cálculos comunicados este miércoles por la propia REE.
El sistema reforzado básicamente implica que REE pide a un mayor número de centrales de ciclo combinado que estén en disposición de controlar la tensión del sistema en caso de problemas. Para ello, estas infraestructuras deben estar o bien en funcionamiento regular o, como mínimo, arrancadas para que si sus servicios son necesarios puedan entrar en funcionamiento en el mínimo tiempo posible.
Esa puesta a disposición y ese arranque “por si acaso” tienen un coste de los mencionados 422 millones que se suman al resto de conceptos con los que se calculan los servicios de ajuste como son las restricciones técnicas, costes de reservas, costes de desvíos, etc. En total, los servicios de ajuste, que van directos a la parte de la factura denominada costes fijos, asciende entre mayo y octubre hasta los 18.000 millones de euros. Es decir, la operación reforzada supondría un 2,34% del total de los costes totales cargados al sistema.
La presidenta de REE, Beatriz Corredor y la directora de Operación del sistema, Concha Sánchez, han reiterado en los últimos meses que la operación reforzada se mantendrá hasta que el Gobierno autorice diversos requerimientos
Entre ellos está un nuevo Procedimiento de Operación, denominado en jerga P.O 7.4, que permite que algunas plantas renovables participen también en ese control de tensión. Lo que rebajará la presencia de ciclos combinados y, por tanto los costes, ya que la remuneración que recibe un planta renovable por controlar la tensión es muy inferior a una instalación térmica.
Este nuevo procedimiento 7.4 se aprobó por parte de la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) el pasado mes junio y está previsto que entre en vigor en enero de 2026, aunque podría adelantarse para determinadas plantas renovables concretas.
Las grandes empresa eléctricas están siendo muy críticas a través de su patronal, Aelec, con la metodología de REE y su operación reforzada. Aseguran que “no puede ser una solución a largo plazo para controlar la tensión del sistema” porque va “en contra de los objetivos de descarbonización” ya que expulsa cada día del mercado eléctrico mucha energía renovable que queda desperdiciada.

