El Congreso de los Diputados afronta este jueves una votación clave sobre política energética. El PP introdujo en el Senado una enmienda en la ley de movilidad sostenible para prolongar la vida operativa de las centrales de Almaraz (Cáceres), Ascó I (Tarragona) y Cofrentes (Valencia) cuando las propietarias de estas infraestructuras argumentaban que el cambio legal era imprescindible para conseguir esa ampliación. Un argumento que las mismas empresas hicieron decaer al solicitar la ampliación de Almaraz el pasado 30 de octubre.
En cualquier caso, la enmienda que se vota hoy en la Cámara Baja se ha convertido en un punto de inflexión en la política energética del Gobierno, que carece de los votos necesarios para tumbar una medida en contra de su posición contra la energía nuclear. El posicionamiento de Junts hoy será decisivo. Tras la ruptura de relaciones con el PSOE, el partido liderado por Carles Puigdemont podría infligir al Ejecutivo de coalición su primera gran derrota parlamentaria en un asunto que tiene movilizadas a las principales compañías energéticas del país.
Políticamente es un tema clave, técnicamente está por ver el impacto que tendrá si se aprueba la enmienda. Fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica indican a La Vanguardia que el calendario de cierre de las plantas nucleares, al menos la de Almaraz, la primera a la que le tocaría, no parece que vaya a sufrir ninguna modificación.
“Aunque en la orden ministerial de Almaraz se establezca una fecha de cese de actividad, esto no ha supuesto ningún obstáculo para que las empresas titulares solicitaran una prórroga de acuerdo con la normativa vigente. Los titulares han presentado su solicitud hace varias semanas, sin necesidad de que se modificara la orden ministerial”, aseguran estas fuentes.
“Lo único que se consigue con la enmienda es crear inseguridad jurídica e introducir ruido y confusión”, dice el Gobierno
Es decir, desde Transición Energética consideran que el proceso de ampliación ya está en marcha y por tanto, tal y como anunció la ministra Sara Aagesen hace dos semanas, el próximo paso que dará el Gobierno será enviar el expediente, una vez verificados los documentos presentados por las empresas, para su análisis por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).
Porque técnicamente “lo único que se consigue con esta enmienda es crear inseguridad jurídica e introducir ruido y confusión en unos procedimientos que tienen como único objetivo garantizar la seguridad nuclear frente a las radiaciones”, apuntan las fuentes ministeriales.
También se vota la congelación de las tasas de Aena, que obligaría a revisar la ampliación de El Prat
El recorrido político es diferente y Junts mantiene en las últimas horas un silencio sepulcral sobre el sentido de su voto en esta enmienda y en otras que se abordarán en el Pleno de hoy en el hemiciclo y que también fueron incorporadas por el PP en el Senado a la ley de movilidad sostenible. Este jueves también se someterá a votación otra enmienda que congela las tasas de Aena, cuestión que movilizó la semana pasada el gestor aeroportuario. El equipo directivo de la cotizada dirigida por Maurici Lucena afirmó que si esa enmienda terminaba aprobándose Aena revisaría sus inversiones de cara a los próximos años. Ello implicaría una revisión de la ampliación del aeropuerto de El Prat, que quedaría en el aire. Por este motivo resulta complicado pensar que Junts apoyará una enmienda que, de ser aprobada, perjudicaría a los intereses de Catalunya.
El Gobierno no ha podido vetar la votación de la enmienda apelando a que tendría un impacto presupuestario, como sí ha hecho con otras dos enmiendas. Y tampoco cuenta con información sobre cuál será la posición de Junts este jueves. Los contactos han acabado tras la ruptura de relaciones. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, demandaba este miércoles “espíritu de acuerdo” al grupo catalán. Los socialistas se agarran en estas horas previas a la votación a un último resquicio: una abstención de Junts. Si los siete diputados del partido catalán se abstienen, la enmienda no prosperaría.
Junts ya se ha posicionado en el Congreso en una votación sobre la ampliación del funcionamiento de las centrales nucleares en España. Fue en febrero, en una proposición no de ley presentada por el PP. Junts se abstuvo y también lo hizo ERC.
Si Junts acaba apoyando la enmienda de las nucleares, no sería la primera vez que provoca una derrota parlamentaria al Gobierno en una cuestión energética. El pasado mes de diciembre, la formación de Puigdemont logró retirar del paquete fiscal presentado por el Gobierno el impuesto a las energéticas argumentando que esa figura impactaría en el empleo en Catalunya, especialmente en Tarragona. Repsol pondría en pausa sus inversiones en la comunidad autónoma y eso terminó decantando el posicionamiento de Junts
La posición de Junts en la votación de este jueves es, por tanto, reseñable en Catalunya. La mitad de la energía que se consume en toda la comunidad autónoma la producen las centrales de Asco y Vandellós.


