Casi la mitad de las hipotecas firmadas, el 47,7%, tiene como objetivo la compra de una vivienda para invertir, un porcentaje muy superior a las que se dirigen al disfrute del inmueble como primera o segunda residencia.
Este porcentaje aparece en el nuevo Barómetro de Vivienda elaborado por las asociación de consumidores de banca, Asufin, correspondiente al tercer trimestre del año. Es fruto de una encuesta entre 1.301 personas y de datos de distintas fuentes oficiales, indica la asociación.
Según este nuevo barómetro de difusión trimestral, apenas el 15,9% de los nuevos hipotecados asegura que destinará la vivienda a primera residencia. El 18,5% declara que se hipoteca para adquirir una segunda vivienda de uso personal y el 17,9%, para cambiar la habitual.
La publicación de estos datos se realiza con motivo del VII Congreso de Asufin y coincide con el proyecto de la Generalitat de prohibir la compra “especulativa” de vivienda. Ayer, el Govern constituyó un grupo de trabajo para analizar esta medida y “el camino jurídico más sólido” para limitar estas operaciones.
Vivienda de segunda mano con un interés al 3,12%
El barómetro también muestra que, de las hipotecas, solo el 15% se dirige a la compra de una vivienda nueva. El resto son de segunda mano. De las cerca de 48.000 transacciones de vivienda que registra el INE, los visados de nueva construcción aprobados ascienden a algo más de 7.500.
El interés medio de las nuevas hipotecas es ahora del 3,12%, en un momento en el que el Euríbor se encuentra algo por debajo del 2%. Las hipotecas fijas son las más baratas, con un tipo de interés del 2,87%, y las variables, las más caras, con un 3,38% de media.
La hipoteca mixta, que irrumpió con fuerza en el mercado con la fuerte subida de tipos de interés en el segundo semestre del 2022, se sitúa en el 3,22%. Estos precios medios, indica Asufin, se elaboran a partir de 28 ofertas de las once principales entidades en España.
El barómetro también muestra que la compra de vivienda por extranjeros supone ya un 14% del total, aunque el reparto es muy desigual. Los porcentajes alcanzan casi el 30% en Canarias y Baleares, frente al 28% de Valencia y el 22% de Murcia. En cinco comunidades autónomas el porcentaje se sitúa por debajo del 4%. En Extremadura es apenas del 1,58%.
