La retórica oficial del gobierno de Estados Unidos, siguiendo la doctrina de Donald Trump, consiste en decir que los aranceles son la salvación del país. De momento, lo que está claro es que la Casa Blanca anunció este lunes un rescate de 12.000 millones de dólares para los agricultores, granero de voto trumpista que está cerca de la ruina como consecuencia de la guerra comercial desatada por EE.UU., sobre todo con China.
Esto sector económico y rural, segmento clave en el movimiento MAGA, se enfrenta a una grave situación por el impacto arancelario ante la caída de las exportaciones y el encarecimiento de materiales procedentes del extranjero.
El paquete de ayuda incluiría 11.000 millones en un solo pago bajo un nuevo programa denominado Asistencia para el Puente Agrícola (FBA, por sus siglas en inglés) que gestionará el Departamento de Agricultura. Los otros 1.000 millones se destinarán a ayudas para productos básicos que el FBA no cubre. El Congreso aún tendría que aprobar el acuerdo, pero los legisladores, en especial los procedentes de estados en los que la agricultura tiene mucho peso, han estado clamando por este movimiento de auxilio.
La instauración de este rescate se produce cuando, tras meses de una tensa relación comercial entre las dos grandes potencias mundiales, se empiezan a observar señales de distensión. Después de meses de relaciones agrias, China ha vuelto a comprar a los agricultores estadounidenses grandes cantidades de soja. Según Reuters, el pasado noviembre se produjo la mayor adquisición de esta leguminosa en dos años.
Pero los agricultores han estado luchando a nivel nacional con los precios bajos de los cultivos y unos aranceles desafiantes que han empujado a muchos hacia la bancarrota. Como avanzó The Washington Post, al menos 181 explotaciones se declararon el pasado octubre en suspensión de pagos, lo que representa un incremento del 60% respeto al año previo y la lectura semestral más alta desde el 2020.
A pesar de reconocer las negociaciones con China para que volvieran a comprar soja, después de que Pekín recurrió a otros países por los aranceles impuestos por EE.UU., y el daño causado a los agricultores por esos gravámenes, Trump una vez más recurrió a su predecesor para culpar a Joe Biden de todos los problemas, incluido el impacto de esos impuestos que repercuten en las empresas de producción agroalimentaria
“Estamos haciendo tanto dinero con los aranceles que vamos a dar una pequeña porción a nuestros agricultores”, explicó el presidente este lunes. Lo denominó “economía de asistencia” y su finalidad es darles seguridad y poder mantener los precios de los alimentos.

