Puertas abiertas para exportar tecnología punta al rival. El presidente Donald Trump garantizó este lunes el permiso a Nvidia, la empresa más valiosa del mundo gracias al desarrollo de la inteligencia artificial (IA), para que pueda vender a clientes en China y otros países su segundo chip más potente, el denominado H200.
Esto significa un gran avance respecto a lo que el poderos fabricante de chips había podido ofrecer a Pekín, con la condición de que Estados Unidos obtenga un recorte del 25%, propuesta que los juristas piensan que puede violar las leyes de EE.UU. Según aseguró Trump en su red social, Xi Jinping, su homólogo chino, “respondió positivamente”.
Esta política “apoyará los empleos, fortalecerá la industria manufacturera y beneficiará a los contribuyentes estadounidenses”, escribió el presidente. El Departamento de Comercio “está ultimando los detalles y la misma aproximación se aplicará a AMD, Intel y otras grandes empresas estadounidenses”, añadió.
La administración Trump ha pasado meses debatiendo si se sentía cómoda flexibilizando su política sobre la venta de tecnología crítica de IA que tiene todo el potencial para ayudar a China militar y económicamente. Los halcones se opusieron.
El ganador de todo esto no es otro que Jensen Huang, director ejecutivo de Nvidia, que ha estado mucho tiempo haciendo lobby en la Casa Blanca para que el gobierno relajara las restricciones a las exportaciones.
“Aplaudimos la decisión del presidente Trump de permitir a la industria de chips de EE.UU. Competir para apoyar empleos bien remunerados en este país con la aprobación de la venta del H200 a clientes comerciales examinados por el Departamento de Comercio, logrando un equilibrio bien pensado que es excelente para los estadounidenses”, recalcó Nvidia en un comunicado tras el mensaje del presidente.
La decisión supone, además, una marcha atrás de Trump, cuyo gobierno prometió que restringiría la venta de chips a China. Esa posición inicial tuvo mucho apoyo entre los legisladores de ambos partidos. La constatación de esa flexibilización ha propiciado que se introdujera una iniciativa bipartidista en la que plantean una limitación a esa venta. Trump y Huang se reunieron la semana pasada en la Casa Blanca.

