En 2005, Pierre & Vacances aterrizó en España con un único complejo en Tarragona. Hoy, veinte años después, ya gestiona 50 establecimientos y casi 6.000 unidades. Pero lo más interesante no es la cifra actual, sino lo que viene: la compañía planea alcanzar las 7.000 unidades en los próximos tres años. Y no lo hará a base de sumar por sumar, sino seleccionando cuidadosamente cada nuevo hotel, en función de su encaje en una estrategia que busca equilibrio, rentabilidad y una cierta coherencia con lo que siempre han sido: una marca pensada para un turismo familiar, con ese aire francés donde las mascotas son bienvenidas y el calendario es tan importante como el destino.
La transformación de Pierre & Vacances en España empezó en serio tras la pandemia. Aquel fue el punto de inflexión para virar hacia un modelo más sólido y sostenido. “Desde entonces, hemos incorporado ocho nuevos establecimientos, tras haber analizado más de 100 oportunidades en total”, explica Víctor Carramiñana director de Expansión y Asset Manager en la filial española. El plan no consiste en llenar el mapa de pines, sino en identificar hoteles que, por tamaño, localización y condiciones, encajen con los objetivos de la compañía.
Víctor Carramiñana director de Expansión y Asset Manager en la filial española
Tradicionalmente ligada a apartamentos y aparthoteles en zonas de playa, la empresa ha decidido abrir el abanico: a los destinos vacacionales se suman ahora ciudades como Madrid, Sevilla, Barcelona o Granada, con hoteles de más de 100 habitaciones y perfil claramente urbano. ¿El motivo? Reducir la dependencia del verano. “Buscamos que el ingreso no dependa únicamente de Semana Santa a septiembre, como ocurría antes. Entrando en ciudades y también apostando fuerte por Canarias, conseguimos un flujo de negocio más repartido durante todo el año”, apunta Carramiñana. Por ejemplo, mientras en la península baja la demanda entre octubre y marzo, en Canarias arranca su temporada alta. Esa complementariedad es una de las claves del nuevo rumbo de la compañía.
El ejemplo más reciente de este movimiento es el Hotel Costa Málaga en Torremolinos, previamente gestionado por un operador americano: un cuatro estrellas con 243 habitaciones, hasta ahora operado por una marca americana, que pasará a manos de Pierre & Vacances como arrendatario el 6 de mayo. “Es un hotel con buena ubicación, cerca del aeropuerto, con restaurante, rooftop y piscina. No está en primera línea de playa, pero tiene todo lo que buscamos: tamaño, potencial y ubicación. Para nosotros, será un hotel bandera en 2025”, afirma.
Crecer sin comprometer la estabilidad financiera
Esta operación refleja también el modelo de crecimiento que sigue la compañía: no compra hoteles, sino que entra como operador a través de contratos de alquiler o de gestión, y en ocasiones, vía franquicia, siguiendo el ejemplo de su matriz en Francia. El objetivo es claro: crecer sin comprometer la estabilidad financiera. “Estamos viviendo uno de los mejores momentos del sector hotelero en España, pero eso también encarece las condiciones de entrada. Los propietarios piden rentas basadas en los resultados récord de hoy, y nosotros tenemos que mirar diez años por delante. Por eso, analizamos todo con lupa”, matiza Carramiñana.
El plan de expansión no pasa por hoteles pequeños. La compañía busca preferiblemente establecimientos de entre 100 y 200 habitaciones, donde el esfuerzo de gestión se justifique por el volumen. Pero eso no significa que descarten joyas más pequeñas si están en plazas clave. Recientemente firmaron también 22 apartamentos en primera línea de Santa Eulàlia, en Ibiza: un proyecto pequeño pero perfectamente alineado con su identidad familiar y tranquila, alejada del ruido.
Apartamentos Ros by Pierre & Vacances en Santa Eulalia, Ibiza
Y aunque ciudades como Madrid y Barcelona siguen en el radar, el equipo también explora destinos menos saturados, donde las condiciones de mercado son más razonables. “Todo el mundo quiere estar en Madrid o Barcelona, pero hay vida más allá, y a veces más margen”, bromea Carramiñana.
Facturación de 106 millones de euros
El balance parece darles la razón. El año pasado cerraron con una facturación de 106 millones de euros, y para este año esperan crecer entre un 15 y un 20%. Destinos como Calpe, la Costa Brava, Menorca o Fuerteventura están funcionando especialmente bien, al igual que plazas urbanas como Granada o Las Palmas. “Estamos en la cresta de la ola, y lo sabemos. Pero eso no significa que vayamos a firmar cualquier cosa. Lo nuestro no va de improvisar”.
En resumen, Pierre & Vacances ha pasado de ser un actor discreto a convertirse en un operador con criterio y ambición. No busca liderazgos ni titulares llamativos. Busca hoteles que funcionen, destinos que se complementen y un modelo que les permita estar presentes en el mapa sin perder la cabeza. Todo, con el sello francés que los distingue: turismo familiar, alojamientos pet friendly, y un plan de crecimiento que, lejos de ser una carrera, es una estrategia bien medida.
Más infromación
Web: https://www.pierreetvacances.com/es-es
Teléfono: 934 342 126
