Cada año, cuando arranca el Primavera Pro, un grupo de estudiantes de cine y sonido de SAE Barcelona aparca los apuntes y se pone manos a la obra: cámaras al hombro, micros encendidos, y a cubrir todo lo que sucede en uno de los festivales más relevantes de la escena musical. No lo hacen como becarios ni como extras de última fila. Lo hacen como parte del equipo. Porque en SAE, aprender va mucho más allá de sentarse en una clase.
Desde 2019, la colaboración entre la escuela y Primavera Pro permite a los alumnos grabar, producir y editar los contenidos del evento, supervisados por exalumnos que ya están trabajando en el sector. Para muchos, es su primera gran experiencia profesional, esa que no se olvida y que luego da sentido a todo lo aprendido. “Nos importa que salgan sabiendo qué se van a encontrar. Por eso los ponemos, directamente, ahí fuera”, explican desde el equipo. En este sentido, agradecen especialmente la implicación de Elena Barreras, directora de Primavera Pro, y de Esther Casado, Manager de Producción, cuyo apoyo ha sido clave para que esta colaboración siga creciendo año tras año.
La colaboración entre la escuela y Primavera Pro permite a los alumnos grabar, producir y editar los contenidos del evento
Y no se trata de una colaboración puntual. La escuela lleva años vinculada a festivales como Sónar, BIME, Mutek, Cruïlla o salas como Salamandra y Razzmatazz. Donde haya música en directo, producción audiovisual o movimientos culturales, es fácil que haya también algún estudiante o exalumno de SAE.
Grado oficial, másteres y formaciones técnicas
A nivel académico, SAE Barcelona combina grado oficial, másteres y formaciones más técnicas. En 2023 lanzaron su Grado en Música, validado por la Generalitat y la AQU, con cuatro especialidades: sonología, producción y gestión, composición e interpretación. La música que se respira aquí no es de conservatorio clásico: hay cajas de ritmos, sintetizadores, Push de Ableton Live… y una clara voluntad de preparar músicos del siglo XXI, que puedan producir, grabar, tocar y hasta vender su propia música si hace falta.
SAE convive junto con CEV, donde se imparten ciclos de grado medio y superior compartiendo instalaciones y profesorado
Además del grado, el centro ofrece másteres en sonido, producción musical urbana y electrónica, cine o industria musical. Todos ellos con titulaciones avaladas por la UDIMA y con certificaciones de software profesional como ProTools, Ableton o Wwise. Aquí, los profesores no son teóricos: trabajan en la industria y comparten con los alumnos proyectos reales. Literalmente. Hay clases donde se analiza el sonido de una serie de Netflix a partir del proyecto original que uno de los docentes ha editado.
Otra de las cosas que definen a SAE es que se puede empezar joven, con ciclos de formación profesional, y seguir formándose durante años, hasta completar un máster. SAE convive junto con CEV, donde se imparten ciclos de grado medio y superior compartiendo instalaciones y profesorado. Esta sinergia entre ambos centros permite ofrecer un itinerario académico completo y cohesionado: un estudiante puede entrar con 16 años y salir con 25 o 26 convertido en un profesional altamente capacitado, sin haber salido del mismo ecosistema educativo.
Apuesta por la práctica y diálogo por la industria
En definitiva, su apuesta por la práctica, su constante diálogo con la industria y su amplia oferta educativa la convierten en el trampolín perfecto para aquellos que sueñan con dejar su huella en el mundo de la música y el cine. Como afirman, “nuestro compromiso es ofrecer un plan de estudios potente, siempre revisado en base a las necesidades reales de la industria”. Un compromiso que, año tras año, se renueva y fortalece.
