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Lo dejó todo para montar una agencia familiar y ahora diseña viajes que no se parecen a ningún otro

AR&DO Travels

Tras una larga carrera en turismo, Laura Doménech apostó por AR&DO Travels, un proyecto propio donde cada viaje empieza con una conversación y se construye según lo que la persona realmente busca

Lo dejó todo para montar una agencia familiar y ahora diseña viajes que no se parecen a ningún otro

Cuando Laura Doménech decidió dejar atrás más de treinta años de trabajo en una gran empresa para empezar de cero, no lo hizo para montar “una agencia de viajes” sin más. Lo hizo para construir un lugar donde los viajes tuvieran sentido, donde cada itinerario respondiera a una historia personal, y donde las personas volvieran a casa con algo más que fotos bonitas. Así nació AR&DO, un proyecto familiar que comenzó online y que, contra toda lógica de mercado, terminó abriendo también una tienda física en Barcelona.

A veces, los grandes proyectos nacen de un simple deseo de cambio. Así empezó esta historia: con ilusión, valentía y el compromiso de una familia que decidió caminar unida. Cada uno en su terreno, su marido se encarga de las finanzas, su hijo del área comercial y su hija de la comunicación y el marketing, y ella, con una sólida trayectoria en turismo corporativo, dio el paso al frente para liderar algo nuevo, más cercano, más humano. Formación, constancia y el propósito de construir algo duradero, con alma y que sus hijos puedan continuar y hacer crecer, sin perder nunca los valores con los que todo empezó.

AR&DO organiza viajes completamente personalizados

En AR&DO cada viaje se diseña a medida, con especial atención a los deseos del viajero. Asia es su gran pasión, con destinos como Japón o Vietnam, pero también crean rutas personalizadas por América, África o Europa, siempre de la mano de proveedores locales en los que confían plenamente. “Escuchamos con atención, entendemos lo que busca cada persona y, si no lo tenemos, intentamos encontrarlo”, señala la fundadora. Como agencia de viajes, también ofrecen experiencias organizadas con los mejores proveedores del mercado, para quienes prefieren una propuesta más estructurada, sin renunciar a la calidad. Y hay algo que nunca negocian: la seguridad del viajero es siempre lo primero.

Ese cuidado empieza desde el primer contacto. La entrevista con cada cliente es clave: ¿Quién viaja? ¿Qué edades tienen? ¿Qué les ilusiona? ¿Qué esperan del viaje? Y sí, también se habla de dinero, porque para que un viaje salga bien, hay que saber con qué se cuenta. A partir de ahí, el equipo se encarga de diseñar propuestas que no solo cuadren con el presupuesto, sino que realmente emocionen. Y si lo que se busca ya existe cerrado y no hay que inventar nada, también lo dicen. Aquí lo importante es ser honestas.

Uno de los rasgos que definen a AR&DO es su atención continua

Uno de los pilares de AR&DO es el acompañamiento constante. Están disponibles antes, durante y después del viaje, ofreciendo una atención directa y personalizada. Si surge un problema, una duda en destino o un cambio de última hora, no hay que escribir a una dirección genérica: al otro lado siempre hay alguien que responde. “Hay personas que prefieren organizarlo todo por su cuenta, y está muy bien, pero si algo se complica… ¿quién te ayuda?”, reflexiona Laura Doménech, convencida de que contar con un respaldo profesional marca la diferencia en la experiencia de viajar.

Además, hay pequeños gestos que no se esperan y que marcan la diferencia. Cuando entregan la documentación, intentan incluir un libro cuidadosamente elegido, relacionado con el destino. No es un simple obsequio: es una forma de comenzar el viaje con los sentidos despiertos. “Creemos que leer también es viajar. Un buen libro te conecta con la historia, la cultura y el alma del lugar antes de pisarlo”, explican. Así, si el destino es Japón, Colombia o Kenia, el viajero recibe algo más que papeles: recibe una puerta abierta a lo que está por descubrir. Ese momento de pausa, de sumergirse en el viaje a través de las páginas, es parte esencial de la experiencia que quieren ofrecer. Porque viajar no empieza en el aeropuerto… empieza en la imaginación.

AR&DO tiene su tienda física en Barcelona

Aunque los destinos de moda van cambiando, en AR&DO prefieren escuchar antes que seguir tendencias. Saben que hay rincones menos conocidos llenos de belleza y autenticidad, y que cada viaje debería guardar algo de descubrimiento, de contraste, de sorpresa. “El mundo es enorme, y siempre hay un lugar esperando a ser vivido”, comentan.

Ahora mismo, sus planes son seguir creciendo, sí, pero con calma. Consolidarse, darse a conocer, y mantener el tipo de atención que quieren ofrecer. No buscan ser la agencia más grande ni la más viral, sino una empresa que acompañe, que escuche, que transmita valores. Porque al final, lo que quieren no es solo organizar viajes, sino dejar algo: una experiencia que se recuerde, una forma distinta de viajar, y quizá una empresa que sus hijos quieran continuar algún día.