Barcelona suma una nueva dirección para quienes valoran el cuidado personal con mimo, profesionalidad y detalle. La Esmaltería, una reconocida cadena de salones de estética fundada en Madrid, aterriza en la capital catalana con un centro en la calle Mallorca 332, dispuesto a ofrecer algo más que un servicio de m anicura: una experiencia completa centrada en el bienestar de manos y pies.
Detrás de este nuevo proyecto está Diana Sánchez, una joven emprendedora que llegó a la ciudad en 2019 como estudiante de intercambio y decidió quedarse. “Barcelona me recibió con los brazos abiertos y con el tiempo se convirtió en mi casa. Aquí es donde quiero construir”, explica. Tras acabar sus estudios, buscó una forma de combinar su lado más creativo con su interés por el emprendimiento, y lo encontró en el universo de la estética.

Diana Sánchez, fundadora de La Esmaltería en la calle Mallorca 332
“Desde pequeña, acompañar a mi madre al salón de uñas era uno de nuestros momentos favoritos. Yo me quedaba embobada mirando cómo trabajaban. Era algo más que un tema de belleza: era dedicarse tiempo, cuidarse, conversar...”, recuerda. Esa conexión emocional con el oficio fue decisiva cuando conoció La Esmaltería. “Lo que más me atrajo fue el cariño con el que trabajan. Todo está pensado para que la clienta se sienta cómoda, escuchada y bien atendida”, afirma.
El local de Barcelona mantiene la línea estética de la marca, pero con matices personales. Espacios luminosos, música tranquila, aromas suaves y un equipo que transmite cercanía sin perder profesionalidad. Aquí, los servicios estrella son la manicura y pedicura en mojado, una técnica tradicional que permite trabajar mejor la cutícula y dejar un acabado más duradero sin dañar la uña. Cada tratamiento incluye exfoliación, hidratación y masaje, sin prisas ni automatismos.

También han incorporado un “Nail Bar”, donde las clientas pueden elegir el aroma de su aceite o el tipo de exfoliante, personalizando así la experiencia
También han incorporado un “Nail Bar”, donde las clientas pueden elegir el aroma de su aceite o el tipo de exfoliante, personalizando así la experiencia. “Es un detalle sencillo, pero marca la diferencia. Nos gusta que cada visita sea distinta y que la persona sienta que el rato es suyo”, señala Diana Sánchez.
La carta de servicios se completa con estética avanzada —limpiezas faciales, radiofrecuencia, tratamientos con dermapen—, pensados para quienes buscan un espacio versátil en el que poder cuidarse sin complicaciones. “No queríamos que fuese solo un centro de uñas. La idea es que cada persona encuentre aquí un momento de pausa, sin que tenga que desplazarse a varios sitios”, apunta.

La Esmaltería suma ya 16 centros en España
“No venimos a revolucionar nada. Solo queremos hacer las cosas bien: atender con honestidad, ofrecer calidad y cuidar a quien cruza la puerta. Si eso nos permite crecer, bien. Si no, al menos estaremos orgullosas de lo que hemos montado”, explica.
Con esta apertura, La Esmaltería suma ya 16 centros en España —14 en Madrid y uno en Granada—, y apuesta por consolidarse también en el mercado catalán. El modelo de franquicia, en este caso, le ha permitido a Diana Sánchez iniciar su propio camino con el respaldo de una marca que ya conoce el terreno. “Mi objetivo no es solo tener un negocio. Es crear un espacio donde la gente se sienta a gusto y quiera volver. Para mí, eso ya es éxito”, concluye.