Entre polvo y papeles antiguos, una escritura olvidada reavivó el legado de una familia de Alcarràs, en Lleida. En una bolsa de tela, guardada en el desván del mas familiar, Jordi Giró encontró el documento de compra de las fincas, fechado en 1819. Aquel hallazgo reveló que su familia llevaba más de dos siglos cultivando fruta y olivo. “Descubrí que en casa llevábamos haciendo fruta desde 1819 y me propuse transmitir esa manera de elaborar que, si no se cuida, corre el riesgo de desaparecer”, recuerda el fundador de la marca Mikel's Fruit, especializada en fruta en almíbar, seleccionada y pelada a mano y elaborada con agricultura sostenible y productos naturales.
Durante años, Giró se dedicó al comercio internacional de alimentación con Farms Planet, compañía exportadora de alimentos gourmet, conectando productores españoles con mercados internacionales, sobre todo asiáticos. Con el tiempo, la historia familiar tiró de él. En las fincas de la familia, en Alcarràs y en Córdoba, volvió a mirar la fruta y el olivo con otros ojos: no como un producto más, sino como algo que forma parte de su identidad. “En casa siempre hemos hecho conserva para el invierno y nuestro propio aceite. Y, en este contexto, la idea era poner esa forma de hacer, mínima y respetuosa, bajo una marca que el consumidor pudiera reconocer”, explica.
Aceite de Mikel's Fruits con la ilustración de la Seu Vella de Lleida
El nombre Mikel's no es casual. En la familia, desde 1819, todos los varones se llamaban Miquel. Aunque la séptima generación rompió la tradición, decidieron conservar el nombre como marca. En el pueblo los conocen con ese nombre e incluso una plaza lleva su nombre.
Mikel's produce conservas de fruta de hueso —paraguayo y nectarina— y aceite de oliva virgen extra. La elaboración de las conservas es hecha al detalle y de forma manual: fruta seleccionada, pelada y deshuesada a mano, almíbar preciso y una cocción mínima, la justa para respetar textura y sabor. En aceite, trabajan partidas de campaña, incluso sin filtrar, y cuentan con referencias ecológicas. Su compromiso por la calidad ha sido reconocido en concursos internacionales, con medallas de oro en plazas tan exigentes como Nueva York o Japón.
Descubrí que en casa llevábamos haciendo fruta desde 1819 y me propuse transmitir esa manera de elaborar que, si no se cuida, corre el riesgo de desaparecer
El enfoque es claro: lotes limitados, procesos artesanos y canales selectivos. No buscan ser masivos; ni pueden ni quieren. “Entrar en grandes superficies implica volúmenes y penalizaciones que no encajan con un producto de temporada y elaboración manual”, razona Giró. Por eso su estrategia pasa por tiendas gourmet con personal que explique el producto y su historia y por una venta online que sirve para llegar al consumidor final con un mensaje sin atajos.
Finca de Mikel's Fruits en Alcarràs (Lleida)
Paradójicamente, Mikel's es hoy más conocido en Corea del Sur, Taiwán o Japón que en España. No es casualidad, pues desde la compañía llevan dos décadas construyendo relaciones en Asia y entienden lo que ese mercado valora: autenticidad, historia y calidad. “La alimentación se ha globalizado tanto que lo industrial está en todas partes. Lo que busca la gente son productos auténticos y un modo de hacer distinto, además de buenos”, resume.
La prioridad inmediata es conquistar España sin perder la esencia. El objetivo no es estar en todas partes, sino estar bien: en tiendas especializadas de todo el país y, cada vez más, en la mente de un consumidor que entiende por qué un tarro cuesta lo que cuesta. Para lograrlo, Mikel's prepara nuevos desarrollos: mermeladas y zumos de fruta, además de consolidar su gama de aceites.
La alimentación se ha globalizado tanto que lo industrial está en todas partes. Lo que busca la gente son productos auténticos
Pero el plan más ilusionante mira más allá del catálogo. En la propia masía proyectan un pequeño laboratorio-boutique abierto a consumidores, restauradores y productores. Un espacio para medir rendimientos, hacer pruebas y, sobre todo, aprender haciendo. “Queremos que la gente viva el proceso: pelar, deshuesar, preparar su propia conserva para el invierno. Cuando ves el trabajo que hay detrás, entiendes el valor real del producto”, explica Jordi Giró. Es, en esencia, una propuesta de agroturismo aplicada a la transformación alimentaria: pedagógica, emocional y económicamente sostenible.
Productos de Mikel's Fruits como las conservas de fruta de hueso —paraguayo y nectarina— y aceite de oliva virgen extra
La conexión con el territorio también se refuerza desde el diseño. Preparan ediciones con iconografía de Lleida —como la Seu Vella— y relatos que acercan la ciudad al mundo. Ese puente cultural ha traído incluso curiosidades pop: visitas de artistas asiáticos que han puesto a la catedral en el mapa de videoclips y dedicatorias musicales que, de rebote, abren puertas a los productos de la tierra. “Si logramos que más gente pruebe una conserva como se hacía hace 200 años, habremos cumplido con nuestra misión”, concluye.
Lecciones de Vanguardia
Jordi Giró, CEO de Farms Planet
“En el camino vas a encontrar piedras, seguro. Si tienes que retroceder un paso para avanzar dos, hazlo, pero no te derrumbes a la primera”.
“Sigo trabajando con clientes de hace veinte años porque hay confianza. Puedes vender aceite o fruta, pero, si no construyes relación, todo se diluye”.
