“Si algo es muy barato, alguien lo ha pagado por ti”: el taller de Barcelona que convierte la joyería en un acto de responsabilidad
Joyería
Espai Micra crea joyas artesanales con oro y plata de comercio justo, una cadena de producción local y un taller abierto al público para mostrar todo lo que hay detrás de cada pieza

Espai Micra, ubicado en la calle d'en Rosic 6, de Ciutat Vella
Hay joyas que brillan por fuera. Y hay joyas que brillan por dentro también: por su origen, por las manos que las han trabajado y por una cadena donde cada paso tiene nombre y una persona detrás. Son piezas que no se explican solo por su forma, sino por todo lo que ocurrió antes de llegar al mostrador.
En Espai Micra optaron por esa vía. Crearon un taller - tienda donde cada anillo, collar o pendiente nace de un proceso transparente, donde el oro y la plata tienen una procedencia responsable y donde el valor no depende únicamente del resultado final, sino de la historia completa que lo sostiene. En su espacio en el corazón de Barcelona, el precio de cada pieza refleja el oficio, el tiempo invertido y la responsabilidad de quienes lo hacen posible.

Las defensoras de esta filosofía son Adriana Díaz Higuera y Anne Waha. Ambas llevan más de veinte años dedicadas a la joyería, primero desde talleres individuales y con ventas intermediadas por galerías. Este modelo, explican, las distanciaba del cliente final y la relación entre esfuerzo y beneficio asociado no estaba equilibrada. Con su proyecto Espai Micra, fundado en 2017, encontraron el camino para mostrar el proceso de creación artesanal de una manera cercana y un funcionamiento de negocio viable.
Ciutat Vella, una zona que reúne tradición, vida de barrio y visitantes de todas partes del mundo, les parecía un escaparate perfecto para explicar la historia que hay detrás de cada una de las piezas que elaboran. El objetivo no era solo vender joyas, sino invitar a entrar, observar el trabajo artesanal, ver materiales, herramientas e incluso participar en el proceso. Un lugar donde se pudiera conocer de cerca a quien diseña y fabrica la pieza.
Promovemos una joyería con valores, con responsabilidad social y ambiental
Hoy, Espai Micra es un taller-tienda donde todo se hace a mano y tiene un relato. Anne y Adriana crean sus propias colecciones, pero mantienen la puerta abierta a la conversación con el cliente. Muchas piezas nacen así, de un diálogo directo con el cliente, quien puede comunicar sus preferencias, elegir una forma, un tipo de piedra, un color, un acabado. De esta manera se pueden crear diseños muy personales.
Las joyas de la corona son los anillos. Para viajeros que quieren llevarse un recuerdo del viaje, parejas que buscan un símbolo de amor o personas que llegan con la intención de encargar un anillo de compromiso. El anillo, explican, tiene algo especial: lo llevas en la mano, lo miras, lo giras, lo haces formar parte de tu día a día. Junto a ellos, colgantes y pendientes completan una colección pensada para durar años.

La materia prima es el otro gran pilar del proyecto. Espai Micra trabaja con oro de comercio justo y con plata procedente, en buena parte, de pequeñas comunidades mineras de Colombia y Perú. El objetivo es que todo sea trazable y responsable, desde la mina hasta el mostrador. “Promovemos una joyería con valores, con responsabilidad social y ambiental”, explican. Eso implica contar con certificaciones de comercio justo que garantizan que el oro y la plata provienen de pequeñas comunidades mineras que cuentan con prácticas responsables con el medio ambiente y con su comunidad. No se usa mercurio, no hay trabajo infantil y el dinero se reinvierte en mejoras y proyectos comunitarios.
El recorrido continúa en Barcelona. Algunas piezas requieren el trabajo adicional de otros profesionales, como puede ser el grabado de una alianza de matrimonio o el clavado de una piedra. En estos casos siempre optan por artesanos de su entorno. “Es bonito ver esa cadena de personas involucradas en una sola pieza. Conocemos la procedencia de los materiales y quien ha participado en cada paso”, subrayan. El resultado es una pieza que es bella de principio a fin, porque cuenta una historia de respeto hacia las personas y el planeta. “Una pieza para llevar con orgullo”, resaltan.

Esa manera de trabajar, inevitablemente, se refleja en el precio. Y ahí entra la pedagogía. En un contexto donde abundan la bisutería barata y las joyas producidas lejos con sueldos indignos, el equipo de Espai Micra no rehúye la conversación. “Si algo es muy barato significa que alguien en esa cadena productiva lo ha pagado por ti”, resumen las creadoras. No se trata de culpabilizar al cliente, sino de ofrecerle toda la información para que pueda decidir: comprar menos, pero mejor; elegir una pieza que dure años y que no se deforme al poco tiempo; apostar por un oficio y por unas condiciones de trabajo dignas.
Es bonito ver esa cadena de personas involucradas en una sola pieza
En los últimos años han notado un cambio. La conciencia sobre el consumo ha crecido, igual que ocurrió con la alimentación o la moda. En países del centro y norte de Europa el concepto de joyería responsable está más extendido y existen más proveedores; en España el camino es más lento, pero la curiosidad y la intención están ahí. “Muchas personas llegan al taller sin saber que el oro y la plata también pueden ser de comercio justo; se sorprenden, hacen preguntas, conectan esa idea con lo que ya conocen del café y del chocolate”, reconocen.
Con el objetivo de difundir estos valores, varias diseñadoras/res de joyas de Barcelona, entre ellas Adriana Díaz, hacen parte del colectivo Origen -Gold for Future. Una iniciativa liderada por la ONG Medicus Mundi Mediterrània, creada con el fin de promover un nuevo modelo de joyería, basado en la transparencia y la trazabilidad de su producto. La colaboración regular con los proyectos del colectivo es fundamental para las dos joyeras de Espai Micra, quienes creen que es posible hacer una joyería con impacto positivo.
El futuro de Espai Micra pasa por seguir profundizando en esa dirección. Quieren completar la transición hacia una joyería cada vez más responsable y seguir dando visibilidad a las comunidades mineras con las que trabajan. También aspiran a consolidarse como un punto de referencia en Barcelona para quienes buscan joyas de calidad, con trazabilidad clara, producción local y trato directo con quien las diseña y elabora.
Lecciones de Vanguardia
“Si tienes una cosa que te entusiasma y que quieres compartir, sigue trabajando en tu proyecto y muéstralo, y así con ese entusiasmo seguro que lo vas a lograr”.
“Emprender es como un keep going constante. Algo que se hace con pasión y con cariño tendrá siempre un resultado positivo, porque te lo ganas”.
