La primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, y la segunda, Usha Vance, tienen en común que, viniendo de la inmigración, las dos han alcanzado las cimas del poder como esposas del presidente y el vicepresidente de Estados Unidos.
Pero el lunes en Washington, durante el acto de toma de posesión de sus maridos, una se mostró mucho más próxima a los ciudadanos que la otra.
Nacida en San Diego de padres indios, Usha destacó como buena estudiante en universidades de élite
Melania Trump se escondió debajo de un elegante sombrero negro, marcando distancia e impidiendo que se observara su lenguaje facial. En cambio, Usha Vance se mostró a cara descubierta, lo que permitió a los estadounidenses saber de sus emociones. Como las de sus tres hijos de corta edad (dos niños, Ewan y Vivek; y una niña, Mirabel), que con las horas no podían disimular su cansancio, sueño y aburrimiento.
Como ya se ha dicho de ella, si alguien tuviera que forjar un miembro de la élite estadounidense, se parecería a la esposa del vicepresidente JD Vance.

Usha Chilukuri Vance, en la convención republicana del pasado mes julio. (Photo by ANGELA WEISS / AFP)
Usha Vance, nacida Chilukuri, de 39 años, nació y creció en un vecindario de clase trabajadora en el área metropolitana de San Diego (California), hija de un ingeniero mecánico y de una bióloga molecular que emigraron a EE.UU. desde Andhra Pradesh (India).
Se licenció en historia en Yale y estudió en la Universidad Cambridge, de donde regresó con un máster en Historia Moderna. Luego estudió Derecho en Yale, donde conoció a su futuro marido. Si su carrera universitaria se produjo en universidades de la flor y nata, como profesional trabajó en un prestigioso despacho de abogados en San Francisco y ejerció de secretaria para el jefe del Tribunal Supremo, el magistrado John Roberts, y para el entonces juez de apelación (hoy en el Supremo), Brett Kavanaugh.
Su currículum resulta llamativo sobre todo al tener en cuenta que JD Vance, con el que se casó en Kentucky en el 2014, pronunción un discurso en el 2021 con el título de “Las universidades son el enemigo” y que raramente desaprovechó una oportunidad para atacar al establishment en su campaña al Senado en el 2022.

Usha besando a uno de sus tres hijos ante la mirada de su marido, su suegra Beverly Aikins y el presidente Joe Biden
Cerebral, ambiciosa y pragmática, sus amigos de adolescencia la describen como una líder y “una rata de biblioteca”.
En Inglaterra se movió en los círculos de la izquierda y hasta al menos el 2014 estaba registrada como demócrata.
Con JD coincidieron en Yale en el grupo de discusión sobre el declive social de EE.UU. En su entorno, nadie duda de que la influencia de Usha tuvo un efecto decisivo en el ascenso de su marido. Su colaboración le permitió a él organizar sus ideas sobre el declive del mundo rural blanco, espina dorsal de su libro de memorias Hillbilly Elegy , (2016) que le dio fama, en especial tras la adaptación al cine en el 2020 por Ron Howard.

Melania y Donald Trump y JD y Usha Vance en el baile inaugural de su mandato, el lunes por la noche en Washington. (AP Photo/Ben Curtis)
Una vez que él se metió en política, Usha no apareció a menudo, pero siempre que irrumpió en escena se caracterizó por desarrollar actos bien coreografiados para ayudar a su marido.
El factor de la importancia de la familia les une. “La estabilidad y la calma que aporto al hogar viene del apoyo que tengo y de la fe en que las cosas saldrán bien”, dijo en la Fox.