El próximo 17 de marzo se cumplen dos años desde la muerte de Laura Valenzuela y su hija, Lara Dibildos, ha hablado sobre cómo ha afrontado este tiempo sin ella. En una entrevista con El Español, la actriz ha reconocido que el proceso de duelo ha sido complejo y que, aunque con el tiempo ha ganado tranquilidad, el dolor sigue presente. “El primer año es el más difícil. Parece que te preparas psicológicamente, pero cuando llega el día te das cuenta de que no tienes nada asumido. Te derrumbas y no lo superas”, confiesa.
La herencia, lejos de ser millonaria
Lara Dibildos confiesa que la pérdida de su madre sigue siendo difícil de afrontar
Lara ha vivido este tiempo centrada en su carrera teatral, con una gira que la mantendrá en los escenarios hasta 2026, pero también ha debido enfrentarse a la ausencia de su madre en su día a día. “Ella se marchó y yo sigo aquí”, reflexiona. Uno de los pasos más difíciles en este proceso fue la transformación del piso familiar en el Paseo de la Castellana, en el que ha seguido viviendo tras el fallecimiento de Valenzuela. “Tuve que quitar su habitación porque no podía verla”, admite, explicando que ha realizado algunos cambios para hacer el espacio más llevadero.

El fallecimiento de Laura Valenzuela dejó un vacío en la vida de su hija, que aún lidia con el duelo
Sin embargo, a pesar de los rumores que apuntaban a una cuantiosa herencia, Dibildos ha querido aclarar que la realidad es muy distinta. “El dinero no me ha alcanzado para hacer obras, ni para reformar ni para comprar muebles nuevos”, afirma. Aclara que, junto a su pareja, ha realizado pequeños cambios decorativos, pero sin grandes inversiones. “Hemos cambiado muebles de sitio, puesto papeles en las paredes y hemos dado una nueva vida a cositas que estaban por aquí, pero solo eso”.
La actriz también desmiente haber recibido una fortuna en propiedades y niega las especulaciones sobre un gran patrimonio. “Si me dieran todas las casas que dicen que tengo, estaría encantada”, ironiza. Explica que, como muchas otras personas, ha tenido que utilizar parte de la herencia para cubrir gastos y el fallecimiento de su madre. “Antes vivía de alquiler y ahora me he quedado en el piso de mis padres. No tengo hermanos, así que todo ha sido sencillo en ese sentido. Es la suerte que he tenido yo, que me he podido quedar en la casa que compraron mis padres. Solo puedo estar agradecida”.
Sobre la casa de Marbella que pertenecía a su familia, Lara explica que tuvo que ser vendida. “Hubo que pagar muchas cosas y yo no tenía la cantidad para hacerle frente”, revela.
En el plano personal, la actriz afirma sentirse en un buen momento. “Tengo salud, tengo trabajo, dos hijos sanos y a un hombre que me quiere”, dice con optimismo. Su relación con Carlos Maturana sigue estable, aunque no tienen planes de boda. “Nunca se puede decir de este agua no beberé, pero a día de hoy no pienso en casarme. Estamos bien así”.
Álvaro es un gran padre y me alegro de que tengan esa relación tan buena”
Mientras tanto, sigue centrada en su carrera y en su familia. Su hijo mayor, Fran, vive en Estados Unidos y mantiene una estrecha relación con su hermano menor, Álvaro, fruto de su relación con Álvaro Muñoz Escassi. “Se llevan de maravilla”, asegura, destacando también la buena relación del joven con su padre. “Álvaro es un gran padre y me alegro de que tengan esa relación tan buena”.
A pesar del dolor de la pérdida, Lara Dibildos afronta esta etapa con una mentalidad positiva, centrada en sus hijos, su carrera y su relación, sin dejar de recordar a su madre en su corazón.