Jordi Wild ha hablado sin tapujos sobre las etiquetas políticas que algunos intentan ponerle y cómo la percepción sobre ciertos discursos está cambiando.
Durante una entrevista en su set con David Jiménez en 'El Director', el creador de 'The Wild Project' reflexionó sobre cómo, hasta hace poco, cualquier postura que no encajara en una determinada corriente ideológica era automáticamente clasificada como de extrema derecha. “A la mínima que no eras en todo súper mega ultra progre en el pack, ya eras extrema derecha, facha o lo que tú quieras llamarle, y me parece absurdo”, afirmó.
Para él, 'The Wild Project' es un espacio transversal
No le afecta que lo sitúen en un bando u otro
El creador de contenido aseguró que no le molesta que algunos lo encasillen políticamente, aunque considera que muchas veces esas etiquetas provienen de personas que apenas han consumido su contenido. “No me molesta que me hayan intentado etiquetar en la derecha, de hecho, depende de quién lo diga, me siento orgulloso porque significa que lo estoy haciendo bien”, dijo. Sin embargo, destacó que su programa es un espacio “transversal” donde ha entrevistado a figuras de diferentes posturas políticas. “He traído a Oriol Junqueras y nos lo pasamos de coña, y también he tenido a Roberto Vaquero. He tenido a gente de un lado, del otro y a la gran mayoría que le da igual la política”, argumentó.
Para Jordi, el problema radica en la tendencia a clasificar a las personas en bloques rígidos basados en estereotipos. “Venimos de una época en la que ser un tío blanco, heterosexual, con tatuajes, que tiene pinta de que puedo parecer un chulo... Ya me meten ahí en el bloque, porque sí. Sin saber si soy más abierto de mente o menos”, explicó.
El youtuber también se refirió a la composición de su audiencia y el impacto que esto tiene en la percepción externa de su contenido. “Mi público es mayoritariamente hombre, pero no porque lo busque, sino porque todavía hay ciertas temáticas que gustan más a hombres y ciertas temáticas que gustan más a mujeres”, argumenta, añadiendo que aunque haya excepciones, las preferencias siguen estando marcadas por tendencias generales.
Finalmente, Jordi Wild criticó la necesidad de etiquetar constantemente a las personas dentro de una ideología específica, algo que considera una práctica reduccionista. “Al final, que te etiqueten de un lado o de otro se nota que la persona que lo ha hecho te ha visto muy poco. Y luego, que es porque toca, porque todos tenemos que estar etiquetados de alguna forma”. Además, aseguró que ha sido señalado tanto de un extremo como del otro: “A mí me han llamado desde facha hasta ultra mega woke. Yo he estado penduleando en los dos bandos”.

