Este sábado pasado, 26 de abril, el FC Barcelona hizo una remontada épica en la prórroga y, finalmente, ganó la final de la Copa del Rey contra el Real Madrid. Jules Kounde fue el héroe inesperado y marcó el gol decisivo para que el Barça consiguiera el segundo título de la temporada.
“Gol de Kounde. Acaba de aparecer un invitado sorpresa en la historia del Barça. No es el primero, ni el segundo, ni el tercero, ni el cuarto, ni el quinto. El señor francés Jules Kounde acaba de entrar en la historia del Barça por la puerta grande”, sentenció Pozo en la transmisión de El Barça juga a RAC1.
El Barça ganó la final de la Copa del Rey.
Hansi Flick ha tenido un impacto notable como entrenador del Barça desde su llegada en mayo del 2024. El equipo ha conseguido revitalizarse y ya tiene dos premios más: la Supercopa y la Copa del Rey. Hoy, los azulgranas prestarán toda la atención en las semifinales de la Champions contra el Inter de Milán.
La dura infancia de Jules Kounde
Jules Kounde (26) se unió al Barça el 28 de julio del 2022. Desde entonces, el francés ha sido una pieza clave en la defensa del equipo azulgrana. El joven no es solo un referente en el fútbol, ya que también lo es en la moda: “Me gusta vestir bien”.
Su manera de vestir tan extravagante siempre ha llamado la atención e, incluso, Lamine Yamal se ha inspirado en sus conjuntos. Sin embargo, llegar donde está ahora no le ha sido fácil y vivir ciertas experiencias le han hecho ser así de perfeccionista.
Lamine Yamal se ha inspirado en Jules Kounde.
En el año 2021, el defensa del Barça concedió una entrevista a Onze Mondial. En este medio francés, Kounde compartió abiertamente aspectos de su infancia y de la relación con sus padres, ya que se separaron cuando él era muy pequeño.
El joven creció en Landiras, una pequeña localidad cerca de Burdeos. Su madre fue quien le crió y apoyó con su pasión por el fútbol. Al principio, Kounde tenía dificultades para manejar la frustración por las derrotas de su equipo.
Jules Kounde, de pequeño
Eso hizo que, con ocho años, tuviera un mal comportamiento en casa y lo pagara con su madre. Con el tiempo, consiguió canalizar su temperamento y ser quien es ahora: “Mi equipo y yo perdíamos mucho. Éramos malos”, reveló.
“Cuando llegaba a casa me enfadaba, pero mi madre me inculcó la importancia de la disciplina y el esfuerzo”, explicó Kounde. Así pues, el joven francés sufrió mucho de pequeño debido a la ausencia paterna y su carácter autoexigente.