En un último intento por recuperar la integridad de un imperio, afectado por una grave crisis reputacional a causa de una multitudinaria demanda por estafa, la influencer italiana Chiara Ferragni ha decidido tomar el control total de su empresa, a través de la recompra de su propia compañía, Chiara Ferragni Brand.
La controversia, conocida como el caso “Pandoro Gate”, puso a finales de 2021 en tela de juicio a la empresaria de forma pública tras promocionar, supuestamente con fines benéficos, la venta de unos bizcochos navideños (pandoro) cuando, según diversas investigaciones, los beneficios de dicha campaña no estaban siendo destinados de forma directa a las supuestas causas sociales.
Ante los hechos, la imagen y los ingresos de Ferragni se vieron visiblemente mermados, alcanzando la facturación de Fenice (compañía gestora de la empresa de Feragni) unas pérdidas de alrededor de 10,2 millones de euros desde el inicio de la investigación de la fiscalía italiana, según informaron durante el pasado mes de marzo Il Corriere della Sera y la agencia Efe.
Precisamente son este desplome económico y el reposicionamiento de la firma, los motivos que, finalmente, han llevado a la italiana a convertirse en la única responsable de la corporación. “Hoy quiero contarles algo: me he convertido por primera vez en accionista mayoritaria de la marca Chiara Ferragni. No es solo una cuestión de cuotas o porcentajes: es un comienzo”, ha explicado en sus redes sociales.
“Esta decisión es un paso concreto. He elegido recuperar mi historia, sin delegar, sin pretender que todo está bien cuando no es así. Es asumir el peso y la belleza de liderar, decidir, cambiar. Es tener la libertad, por primera vez, de llevar adelante mi marca y mi nombre. No quiero contar un cuento de hadas, los cuentos de hadas no existen. Pero sé que estoy intentando construir algo nuevo con esfuerzo, claridad y responsabilidad”, ha destacado.
Mediática separación
Tampoco le tembló el pulso durante el pasado mes de marzo de 2024 a la polifacética influencer cuando puso punto y final a su relación con el cantante Fedez tras siete años de matrimonio y dos hijos en común.
En noviembre de ese mismo año, los abogados de ambos artistas anunciaron que la expareja había llegado a un acuerdo de divorcio, enterrando de forma definitiva una de las relaciones más idílicas y mediáticas de los últimos tiempos en las redes sociales.