Carlos III ha celebrado este sábado su cumpleaños por todo lo alto. Aunque el monarca cumplió los 76 en noviembre, la tradición británica conmemora el nacimiento de su rey en junio. Es lo que se conoce como el Trooping the Colour, una marcha militar que discurre por las calles del centro de Londres a la que asisten los Windsor.
Esta celebración, que se remonta al siglo XVIII con el reinado de Jorge II, sirve de termómetro para ver qué miembros forman el núcleo fuerte para el monarca. Está claro que los príncipes de Gales, Guillermo y Catalina, y sus tres hijos, Jorge, de 11 años, Carlota, de 10, y Luis, de 7, son las grandes joyas de la Corona Británica. Y este sábado lo han vuelto a demostrar.
Los reyes Carlos y Camila, en carruaje
La princesa y su hija han aprovechado la ocasión para marcarse un twinning, es decir han coincidido en el mismo color, el azul turquesa, a la hora de vestir. Mientras que Jorge y Luis llevaban trajes con corbata roja, como el uniforme del príncipe Guillermo.
Madre e hija han coincidido en el color de sus vestidos
Este es el segundo Trooping the Colour de la princesa de Gales desde que anunció que tenía cáncer, en marzo del 2024. Durante este año se ha ido recuperando y poco a poco ha ido cumpliendo su agenda seleccionado los compromisos en los que aparecía.
En esta edición ha habido un cambio de última hora, ya que el monarca pidió a los miembros de su familia que llevaran un brazalete negro como muestra de luto por el accidente de Air India ocurrido este jueves en Ahmedabad, en el oeste de la India, que se cobró la vida de 241 personas, entre ellas 53 británicos.
El príncipe Guillermo con sus hijos Jorge y Luis
Como ya hiciera el año pasado, el rey Carlos, que continúa con su tratamiento contra el cáncer, ha seguido el desfile en carroza en lugar de a caballo, algo que hizo durante décadas y también en el 2023 ya como soberano. Desde Palacio se transmite que ésta será ya la realidad para futuras ediciones. Con la reina Camila a su lado, han recorrido en carruaje la emblemática The Mall entre Buckingham y Whitehall. La esposa del rey ha vestido un traje de chaqueta en blanco, adornado con bordados en las solapas; ha completado el conjunto con una pamela blanca y su característico collar de perlas con un broche central.
Luego, desde una tribuna, el monarca ha pasado revista a las tropas. Como siempre, centenares de miles de personas han abarrotado el corazón más emblemático de la capital británica para disfrutar del desfile y para reafirmar su comunión con la Corona.
Miembros de la familia real británica que han salido al balcón de Buckingham
Guillermo, a lomos de un caballo y con su uniforme ceremonial, ha participado de la marcha que ha reunido a 1.400 soldados, 200 caballos y 400 músicos. Junto al primero en la línea dinástica, en su papel de coronel de la Guardia Gales, también estaban sus tíos, el príncipe Eduardo, duque de Edimburgo y coronel de la Guarida Escocesa, y la princesa Ana, coronel de los Blues and Royals. El príncipe Andrés está totalmente apartado de la vida pública tras verse salpicado por el caso Epstein. El resto de miembros de la realeza británica han ocupado varios carruajes.
Finalmente, concluido el desfile militar, todos los miembros de la familia real se han reunido en el palacio de Buckingham para presenciar las acrobacias de la Royal Air Force que han sobrevolado el cielo dejando estelas con los colores de la Union Jack. Ha sido el momento en el que los ventanales se han abierto para que los miembros de los Windsor salieran a saludar al público.
