El duro momento que atravesó Susana Bicho tras proclamarse ganadora de ‘Gran Hermano 14’ y llevarse 300.000 euros: “Estuve fatal, no salía de casa y no hacía nada”

Época difícil

La 'influencer' y exparticipante de 'La isla de las tentaciones' pasó una mala etapa tras salir de la casa de Guadalix de la Sierra, a pesar de que consiguió el codiciado maletín que el programa otorga al vencedor

El vídeo en el que la 'influencer' se abrió sobre cómo fue su vida tras salir del programa.

El vídeo en el que Susana se abrió sobre cómo fue su vida tras salir del programa.

Mtmad

Es una de las creadoras de contenido más cotizadas de nuestro país, y encima puede en este 2025 presumir de estar viviendo uno de sus mejores momentos. Susana Molina, conocida en las redes sociales con el nombre de usuario de Susana Bicho, está de enhorabuena. Y no solo porque en el terreno profesional está mejor que nunca, triunfando en plataformas como Instagram, donde acumula un millón de seguidores, o presentando el pódcast La sobremesa.

La murciana ha añadido un extra de felicidad a su vida este viernes 13 de junio, porque ha pasado por el altar. Entonado ya el ‘sí, quiero’, alegre por formalizar sobre el papel su relación de pareja. Ese compromiso que en ningún caso es con Gonzalo Montoya, el primer novio público que se le conoció, puesto que con quien se ha casado es con el veterinario –y ahora empresario– Guille Valle, su chico desde hace unos cuatro años. El caso es que, aunque con su ex partió peras en La isla de las tentaciones, en 2020, también tuvieron una relación larga. Fue un amor más joven, que nació cuando ambos participaban en el Gran Hermano que ganó Susana.

Susana Molina, conocida como 'Susana Bicho', ganadora de 'Gran Hermano 14'.

Susana Molina, conocida como 'Susana Bicho', en la final de 'Gran Hermano 14'.

Mediaset

Mudanza a la capital

Susana ganó 'GH 14', pero lo que vino después no fue fácil

Es posible que los que siguen a la influencer no tengan en el radar que, antes de enfrentarse al final de su relación con Gonzalo en la República Dominicana, ella pasó en el 2013 por el reality de convivencia más longevo de Telecinco. Y no solo estuvo 127 días encerrada en la famosa casa de Guadalix de la Sierra, sino que en la gran final se alzó con el título de vencedora de la decimocuarta edición del espacio.

Eso, sumado al amor que se llevaba tras haber iniciado un romance con uno de los gemelos Montoya, significaba embolsarse nada más y nada menos que 300.000 euros. Una cifra imponente que, años después, ella misma reveló en qué invirtió en unos de los vídeos de su canal de la plataforma Mtmad. “Me lo gasté en vivir el primer año que me vine a Madrid”, explicó, refiriendo al instante en el que dejó atrás su Murcia natal tras ganar el programa para comenzar una nueva vida en la capital.

Un cambio de aires que, desafortunadamente, no fue tan agradable como ella había imaginado. Así lo recordó también en el vídeo antes mencionado, exponiendo que “no me gustó el círculo en el que me movía, no me sentía cómoda, identificada”. “Estuve fatal, no salía de casa, no hacía nada”, continuaba relatando sobre aquella complicada etapa, en la que el dinero que había ganado en la televisión le sirvió para poder mantenerse. “Tiraba de los ahorros que tenía, me compre un coche”, señaló también.

Susana conoció a su ex Gonzalo en la casa de 'Gran Hermano'.

Susana conoció a su ex Gonzalo en la casa de 'Gran Hermano'.

Telecinco

“Cobraba 890 euros”

Después de Madrid se trasladó a Sevilla y comenzó a trabajar

Afortunadamente, el sol volvió a salir para ella en el momento en el que dejaron la capital atrás y se trasladaron a Sevilla, la ciudad donde creció Gonzalo. Fue entonces cuando tomó la decisión de reincorporarse al mercado laboral, por mucho que no le hacía falta el dinero. “Me puse a trabajar en una tienda de ropa, era como una galería comercial de muchas cosas”, explicaba. Y en unas condiciones, que lejos de los miles de euros que acumuló gracias a la pequeña pantalla, eran más bien precarias.

Lo descubrió ella misma al narrar que en aquel establecimiento “trabajaba 40 horas semanales y cobraba creo que exactamente 890 euros porque era un contrato de prácticas, me pasaba literalmente todo el día ahí metida”. Un sueldo bajo que no necesitaba, pero que vino de la mano con ampliar su círculo en la capital hispalense. “Me metí a trabajar ahí porque quería hacer amigas y hacer algo diferente, y no estar todo el rato con Gonzalo. Me vino muy bien porque conocí a muchas amigas que a día de hoy siguen siendo amigas mías en Sevilla. Fue una experiencia muy guay”, recordaba con cariño.

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