Ana Guerra, cantante, 31 años: “Si al miedo lo tratas con humor, va desapareciendo. Es como una sombra grande que se va haciendo más pequeña”

Ha pasado una semana desde la final de Tu cara me suena, y Ana Guerra puede presumir de haber sido finalista por cuarta vez consecutiva en un concurso de televisión. La cantante, que saltó a la fama con Operación Triunfo 2017, ha logrado consolidarse como personaje público y ganarse el cariño de los espectadores gracias a su naturalidad y carisma.

Desde el inicio de su carrera, Ana se ha mostrado como una persona risueña y llena de alegría, pero no oculta que también enfrenta preocupaciones y miedos que, en ocasiones, le impiden avanzar todo lo que quisiera. Y sobre esto ha hablado abiertamente en el estreno de la nueva película Los Muértimer.

Siguiendo la temática del film, la reportera de Europa Press ha querido saber los temores que guarda la cantante en su interior. Sin tapujos, la canaria ha confesado públicamente que tiene “un poco de miedo” a la muerte y a todo lo que rodea este asunto porque está encantada con la vida que tiene actualmente.

Pese a todo, sabe cómo tiene que enfrentarse a su temor para que no le acabe afectando a su día a día: con una sonrisa. “Si al miedo lo tratas con humor, va desapareciendo. Es como una sombra grande que se va haciendo cada vez más pequeña”, ha confesado con seguridad.

Víctor Elías: “Yo tengo mogollón de miedos, pero tengo miedo a que se acabe la música”

Unas declaraciones que ha dado junto a su marido, Víctor Elías, que tampoco ha dudado en exponer su mayor temor en estos momentos de su vida: “Yo tengo mogollón de miedos, pero tengo miedo a que se acabe la música”. Aun así, ambos se han mostrado muy felices con todo lo que les está ocurriendo a nivel personal y profesional.

La pareja se dio el 'sí, quiero' el pasado 30 de octubre en una primera ceremonia religiosa íntima en la que solo acudió su círculo más cercano. Y fue un día después cuando lo celebraron por todo lo alto en la Finca Prados Moros en la Sierra de Guadarrama rodeados de más de 300 invitados.

“Me sentí conectada con mi religión, en una ermita tan bonita y rodeada de nuestras familias. Fue increíble. Estaba supernerviosa y, cuando lo vi, no me lo podía creer y dije: 'Qué afortunada soy', y también lloré muchísimo”, reconoció Ana Guerra en la revista ¡Hola! días después de pasar por el altar. Uno de los días más felices de su vida y que recordará para siempre.