Con casi 60 años de carrera profesional a sus espaldas, Joan Manuel Serrat es uno de los artistas más reconocidos de este país. El catalán recibió el año pasado el Princesa de Asturias de las Artes por toda su trayectoria musical y por ser “mucho más que un referente artístico para varias generaciones a las que ha hecho felices”.
No es la primera vez que el cantautor se muestra totalmente agradecido por el cariño que ha recibido a lo largo de los años. “Yo he escrito las canciones, las he cantado, he tenido la posibilidad de compartirlas y he empujado este carro que las ha convertido en bandas sonoras de la gente”, expresó en su entrevista para la BBC, mostrando el orgullo y la responsabilidad que siente al respecto.

Joan Manuel Serrat
Una carrera que empezó cuando era muy joven y que ahora ve con perspectiva. Por eso mismo también quiso reflexionar sobre el paso del tiempo y cómo este afecta a las personas por culpa de los constructos establecidos. Entre otras cosas, se mostró en contra de invisibilizar a las personas en el momento de su jubilación.
“Al llegar a los 80 años, esta sociedad ingrata en la que vivimos tiene una cierta tendencia a no solamente permitir que uno se jubile, sino a jubilarlo obligatoriamente”, sentenció con firmeza, defendiendo que las personas se vuelven “invisibles” con el paso del tiempo.
Joan Manuel Serrat: “Yo no pienso renunciar a mi visibilidad ni a mi derecho a ser útil”
“Se le retira también el derecho a ser visible y se acaba convirtiendo en un ser invisible que va de aquí para allá. Yo no pienso renunciar a mi visibilidad ni a mi derecho a ser útil. O sea, sigo siendo un ciudadano útil. ¿Que me quieran utilizar para una cosa u otra? Pues para las que me gusten, me dejaré, y para las que no me gusten, no me dejaré”, continuó, dejando claros sus ideales.

Joan Manuel Serrat
Estar a punto de cumplir 82 años no quiere decir que Serrat haya perdido las ganas de seguir haciendo cosas en su vida. Si bien ya no está activo en su trabajo como artista encima de los escenarios, no duda en acudir a cualquier acto que le llame la atención o en el que se sienta cómodo.
“Tengo todas las ganas de vivir, y no me las van a quitar mientras pueda sentir esa maravilla que es la vida. Esto a pesar de que corren tiempos bien recios, en los que todo está puesto en tela de juicio y la sensibilidad del hombre parece que desaparece y que no es buena sentirla, que no es bueno dar ni vivir en un mundo sensible y menos en un mundo solidario y, por tanto, en un mundo justo”, exclamó en el mencionado medio.