Arturo Valls se mostró pletórico en el estreno de su última película Los Futbolísimos 2: El misterio del tesoro pirata. El actor se encuentra en uno de sus mejores momentos a nivel profesional con sus papeles en la gran pantalla y su faceta como presentador de programas de televisión.
Si algo está claro es que el valenciano es un apasionado de su trabajo, por lo que no es de extrañar que su hijo pueda seguir sus pasos al sentir la felicidad de su padre. Una posibilidad que el humorista no descarta, pero en la que no quiere pensar mucho en estos momentos para no presionar al joven.

Arturo Valls
“Si le gusta y lo disfruta y lo vive con tranquilidad, que no se obsesiona con la fama ni lo que supone sentirse juzgado con las dificultades que tiene este trabajo, me haría ilusión”, reconoció para Europa Press mostrando un brillo especial en los ojos al pensar en esta posibilidad.
Aun así, tiene muy claro que no piensa “empujar” a su hijo a que se convierta en actor y que piensa apoyarlo en las decisiones que tome en este sentido. Pero no ha querido ocultar la ilusión que le haría poder trabajar junto a él, aunque pide que sea todo “muy orgánico y natural”.

Arturo Valls en 'El Hormiguero'
Arturo Valls pasó por el altar junto a Patricia María Santiveri en 2009 en una ceremonia celebrada en Valencia. Pocos meses después, llegó al mundo su hijo Martín Valls, una de las personas más importantes de su vida.
Arturo Valls y su hijo mantienen una muy buena relación, pese a los cambios que sufre a lo largo de los años
Aun así, la relación con su primogénito ha ido cambiando con el paso de los años. En una de sus visitas a El Hormiguero, el actor reconoció que la adolescencia del joven ha hecho que se “avergüence” en cierta forma de su padre. Algo que no quiere que ocurra para poder seguir siendo el mismo de siempre.
“Todo mal. La frase que más oigo ahora es ‘papá, para por favor’. Estoy a punto de pasar de ser un padre guay a uno que no. Antes me lo reía todo, pero ahora quiero seguir siendo ese padre guay y ya no funciona”, se sinceró entre risas, pero con un toque de añoranza en sus palabras. “A lo mejor llego al colegio y le digo 'vámonos, bro' y le da vergüenza. Me aprendo frases de ahora, pero las tiro mal”, continuó.