Han pasado más de quince años desde que entró en la mítica casa de Guadalix de la Sierra, pero aún hoy día son muchos los seguidores de Gran Hermano convencidos de que, de no haber sido expulsada disciplinariamente, Indhira Kalvani hubiese sido la ganadora de la undécima edición del reality. La joven de entonces 23 años, natural de Málaga aunque con ascendencia india, acaparó toda la atención de la audiencia. Desde su tortuoso romance con Arturo Requejo hasta el vaso de agua que arrojó a su compañera Carol Lavín y le valió ser eliminada por la organización.
No obstante, y pese a haberse quedado de plató en plató por un tiempo en los programas de la época, en la actualidad vive totalmente desvinculada de los medios de comunicación. Hace años que optó por un perfil mucho más discreto, lejos de focos y cámaras, con el propósito dedicarse a esas otras pasiones y causas fuera del circuito mediático que, a sus 39 años, son las que realmente la definen hoy en día.
Indhira Kalvani y Arturo Requejo en 'Gran Hermano 11'.
De la fama a la calma
Una breve etapa de más televisión tras su sonada expulsión disciplinaria
Y es que no, como tantos otros participantes de la vida en directo que destacaron por encima del resto, la andaluza no desapareció del todo del foco mediático al abandonar GH. Bien lo recordarán los que sintonizaban Telecinco por entonces, que pudieron disfrutar de ella en su tiempo como tronista del extinto Mujeres y hombres y viceversa, así como formó parte del especial Gran Hermano: El reencuentro, donde volvió a coincidir con Arturo, el que fuera protagonista de su sonado romance.
Aunque al principio pareciera posible, la convivencia demostró que no eran capaces de reconciliarse, y esa vez terminó él siendo expulsado por la organización por un gesto violento durante una comida, mientras que ella decidió abandonar de forma voluntaria el programa tras lo sucedido. El caso es que ese periplo televisivo no duró mucho más, y con el paso del tiempo su presencia en la pequeña pantalla fue reduciéndose hasta el punto de que, para muchos televidentes, su figura pública ha quedado en el recuerdo.
Indhira Kalvani en 'Mujeres y hombres y viceversa'.
“La sostenibilidad es el único futuro posible”
Una vida reinventada en Marbella, entre pilates, animales y compromiso ecológico
Hoy, Indhira reside en Marbella, su particular refugio junto al mar donde cultiva un estilo de vida en plena armonía con la naturaleza. Prueba de ello queda en su perfil de Instagram, que supera los 19.000 seguidores, y parece haberse convertido en el único espacio donde está dispuesta a compartir con el mundo su cotidianidad, mayormente dedicada al pilates –actividad que impulsa desde 'Baraka and Flow Pilates', su otra cuenta en la red–, la compañía de sus animales y una defensa constante del respeto por el medio ambiente.
Además, es reseñable el hecho de que en su biografía ya no aparecen las etiquetas de exconcursante de realities, sino que prima su faceta de vegana comprometida con la sostenibilidad. Así, lejos de erigirse en una influencer al uso, su comunidad digital se convierte una tribuna modesta –pero fiel– que asiste a su mensaje auténtico y su ritmo de vida pausado y sencillo, entre imágenes en la playa hasta reflexiones sobre productos naturales y la importancia de cuidar el planeta.
Indhira en junio de 2025, en una imagen de redes sociales.
Kalvani defiende en su biografía de la plataforma su compromiso con la Tierra como “el único futuro posible”, evidenciando que todo relato frenético es capaz de transitar hacia la pausa. Que la fama pasajera puede ser antesala de convicciones profundas. Y que hasta los más 'rebeldes', como muchos acuñaron a Indhira por increpar a su compañera de concurso presa de los celos, con el tiempo a lograr abrazar un mensaje de serenidad y respeto por el lugar en el que vivimos.