Noah Cyrus reconoce que hubo un momento en el que su salud mental se convirtió en un obstáculo enorme para todo lo demás. La presión de las giras, la falta de descanso y la exposición constante le pasaron factura hasta dejarla en un punto en el que apenas encontraba fuerzas para seguir adelante.
En una entrevista con People explicó con franqueza cómo se sintió en ese tiempo: “Estaba luchando contra una depresión y una ansiedad graves, y era muy difícil compaginarlo con las giras y no cuidarme adecuadamente”. Esa confesión refleja la intensidad con la que vivió una etapa marcada por la angustia y la sensación de no poder sostener lo que ocurría a su alrededor.
Salir adelante
Una adicción llevó a la cantante a tocar fondo y a pedir ayuda
La cantante, que comenzó a tratarse después de tocar fondo con una adicción a los ansiolíticos, recuerda con crudeza la desconexión que experimentó en aquel periodo. “Siempre que pienso en ese momento de mi vida me entristece profundamente, porque solo tú sabes lo que estás sintiendo por dentro, y es una sensación que no le deseo a nadie, la de no querer seguir viva”, señaló. Ese episodio le obligó a frenar y a buscar ayuda profesional para recuperar un equilibrio que llevaba demasiado tiempo perdido.
La terapia y la decisión de priorizarse cambiaron su trayectoria personal. Consciente de la importancia de dar pasos firmes, admite que aceptar el proceso fue decisivo: “Animo mucho a la gente a hablar de las cosas si se sienten preparados y quieren intentar buscar esa ayuda. Creo que llegas a un punto en el que tienes una visión mucho más positiva y empiezas a ver un lugar mucho mejor al que dirigirte”. Esa convicción se ha convertido en una de sus bases actuales, una forma de mirar hacia delante sin olvidar lo que le costó llegar hasta ahí.
Hoy la artista asegura estar en otro punto vital. Se describe en una etapa de fortaleza y serenidad que le permite disfrutar de lo que antes no conseguía valorar. “Lo único que tengo claro y me apasiona es que quiero seguir viviendo”, explicó, convencida de que ese aprendizaje fue posible gracias a un esfuerzo constante y al espacio que se dio para cuidarse.
Y aunque el camino fue duro, lo cierto es que ahora habla desde un lugar en el que su presente pesa mucho más que cualquier sombra pasada.