El funeral de la duquesa de Kent, fallecida el pasado jueves a los 92 años, se celebrará el martes 16 de septiembre en la catedral católica de Westminster, en Londres, informó este sábado el Palacio de Buckingham. Será el primer funeral real católico que acoja este templo desde su inauguración en 1903, y el primero de este rito celebrado durante el reinado de Carlos III.
La víspera, el féretro será trasladado desde la capilla privada del Palacio de Kensington y permanecerá en la capilla de la Virgen, dentro de la catedral, antes de la misa fúnebre, en una ceremonia reservada a la familia.
El rey Carlos III, la reina Camila y otros miembros de la familia real británica -de confesión anglicana- asistirán a la misa de réquiem, que será oficiada por el cardenal Vincent Nichols, arzobispo de Westminster y máxima autoridad católica en Inglaterra y Gales, junto al deán de Windsor. Tras el funeral, el cuerpo de la duquesa será sepultado en el camposanto real de Frogmore, en los terrenos del castillo de Windsor, a unos 40 kilómetros de la capital.
Katherine, duquesa de Kent, nació como Katharine Lucy Mary Worsley en 1933 y se casó en 1961 con el príncipe Eduardo, duque de Kent y primo de la fallecida reina Isabel II. Con él tuvo tres hijos y sufrió la pérdida de un cuarto, una experiencia que marcó profundamente su vida.
Muy querida por el público británico, la duquesa fue una figura atípica dentro de la monarquía. En 1994 se convirtió al catolicismo, siendo el primer miembro destacado de la familia real en hacerlo en más de 300 años. Renunció al tratamiento de “alteza real” en 2002 y adoptó un bajo perfil, dedicándose a la enseñanza de música en escuelas públicas bajo el nombre de “señora Kent” hasta 2010.
También fue recordada por su presencia durante décadas en Wimbledon, donde entregó los trofeos entre 1969 y 2001. Uno de los momentos más emblemáticos fue el abrazo que dio a la tenista Jana Novotná tras su derrota en la final de 1993. No obstante, su relación con el torneo se tensó a partir de 1999 y se retiró progresivamente del evento.
En 2004 fundó la organización benéfica Future Talent, dedicada a apoyar a jóvenes músicos de entornos desfavorecidos, y mantuvo un firme compromiso con la música, la educación y causas sociales hasta sus últimos años.
Su muerte se produjo el jueves en el Palacio de Kensington, rodeada de su familia. El Palacio de Buckingham confirmó la noticia con “profundo pesar” y destacó su vida de dedicación y empatía hacia los jóvenes. La bandera fue izada a media asta y se colocó el aviso oficial de su fallecimiento en las verjas de la residencia real.