El periodista Carles Francino ha explicado con todo lujo de detalles en la sección El racó de pensar del magazín matinal de Aquí Catalunya de la Cadena Ser de Catalunya el episodio de catalanofobia que vivió en pleno centro de Madrid con dos compañeros catalanes: ''Siguen existiendo cosas que pensaba que habían desaparecido del paisaje''.
Tal y como explicaba el presentador radiofónico de 67 años, el episodio se produjo tras cenar en un restaurante de la capital. Él y uno de sus compañeros decidieron coger un taxi. ''Le dije 'buenas noches. Mire vamos a una calle de Arturo Soria, pero pararemos en Ventas'. Y él me dijo 'muy bien, perfecto''', detallaba.
La situación dio un giro radical cuando el periodista y su compañero comenzaron a hablar en catalán dentro del vehículo. Y es que el taxista dejó inmediatamente de responder a sus indicaciones en castellano. '''Oiga, aquí cuando gire y tal...'. Silencio. Llegamos y le dije a Sebas 'adeu' y el taxista seguía en silencio. Y pensé 'ya sé de qué va esto'. Entonces le dije que ahora íbamos a Arturo Soria. Pero él seguía en silencio. Le dije al llega 'le pago con tarjeta' y él seguía en silencio'', aseguraba.
En ese momento, el presentador decidió bajar del coche dando un portazo. ''Y 30 segundos después él se bajó y me dijo '¿tú cierras siempre así? Y yo le dije que siempre cerraba así, que si había algún problema. Y entonces me explicó 'he dejado de hablar porque hablabais en catalán'. Y le dije que se fuera a la mierda'', confesaba. La discusión no fue más allá y no hubo mayor escándalo porque el taxista ''se fue''.
Carles Francino en una foto de archivo
''Me dio tanta rabia que me activó algo que yo pensaba que no tenía dentro'', reconocía. ''En Catalunya lo hacemos así le podrías haber dicho'', comentaba la presentadora Marina Fernàndez. ''Me dio tanta rabia que me activo esa mala ostia que no tengo porque el taxista me dijo que me había cabreado porque no contestaba porque estaba hablando en catalán y le mandé a la mierda'', insistía.
Eso sí, Francino reconoció que su actitud no fue la más adecuada, pero que la situación le superó. ''No tendría que haberlo hecho porque yo no soy así, pero me dio tanta rabia... No hay que generalizar, porque hay gente idiota en todas partes'', concluía.

