Joan Bennett Kennedy, primera esposa del fallecido senador estadounidense Ted Kennedy, falleció a los 89 años mientras dormía en su residencia de Boston en la madrugada del 8 de octubre. Su muerte fue confirmada por allegados a la familia, que destacaron su serenidad en los últimos años de vida. Joan destacó por su elegancia y discreción siendo miembro de una de las familias más influyentes de la política norteamericana, pero también como una pianista clásica talentosa y como madre de tres hijos, Kara, fallecida en el 2011; Ted Jr. y Patrick.
Nacida el 2 de septiembre de 1936 en Manhattan, Nueva York, Joan Bennett Hill creció en el seno de una familia católica y desde joven mostró aptitudes artísticas y una marcada sensibilidad musical que la llevó a estudiar piano de forma profesional. Su destino cambió radicalmente cuando, en 1957, conoció a Edward “Ted” Kennedy, hermano menor del entonces senador John F. Kennedy, futuro presidente de Estados Unidos. La pareja se comprometió poco después y se casó el 29 de noviembre de 1958, en una ceremonia que captó la atención de los medios de comunicación.
Patrick Kennedy con su madre en una imagen del 2006.
Su matrimonio transcurrió entre la intensa vida pública de los Kennedy y las responsabilidades familiares. Joan acompañó a su esposo en actos oficiales y campañas políticas, desempeñando el papel de anfitriona en recepciones y cenas formales en Washington. Pese a su carácter reservado, se convirtió en una figura respetada por su elegancia y su compromiso con causas benéficas, especialmente en el ámbito de la educación y las artes.
Su vida personal estuvo marcada por momentos difíciles. El matrimonio atravesó numerosas crisis derivadas de las infidelidades de Ted Kennedy y de la presión constante de la vida política. Uno de los momentos más complicados llegó con el accidente de Chappaquiddick en 1969, cuando Ted condujo un automóvil que cayó al agua, provocando la muerte de Mary Jo Kopechne. Aunque Joan no se encontraba en el accidente, el episodio afectó profundamente su matrimonio y su estabilidad emocional.
eddy Kennedy, junto a su esposa Joan Bennett, a la salida del juzgado del condado de Dukes, en Edgartown, tras declararse culpable de abandonar su siniestrado coche, en el que falleció la joven Mary Jo Kopechne, tras hundirse en el estanque de la isla de Chappaquiddic
Lo ocurrido fue que Ted Kennedy logró escapar del coche, pero Mary Jo quedó atrapada y murió ahogada. Lo más controvertido fue que Kennedy no reportó el accidente de inmediato. En lugar de avisar a la policía o pedir ayuda, regresó a su alojamiento y no notificó lo sucedido hasta unas diez horas después. El incidente y su demora en informar dañó gravemente la reputación de Ted.
En los años posteriores, Joan comenzó a reconocer públicamente sus problemas con el alcohol. En varias entrevistas durante las décadas de 1970 y 1980, habló con franqueza sobre su dependencia y los tratamientos de rehabilitación a los que se sometió. Pese a sus esfuerzos, tuvo recaídas que fueron seguidas de cerca por los medios. Su divorcio con Ted Kennedy se hizo oficial en 1983, tras años de separación. A partir de entonces, trató de mantener un perfil más bajo, dedicándose a su familia y a la música, una de sus pasiones más duraderas.
En sus últimos años, Joan Bennett Kennedy se mantuvo alejada de la vida pública y vivió discretamente en Boston, apoyada por sus hijos y allegados. Quienes la conocieron destacan su fortaleza, su sensibilidad artística y la serenidad con la que afrontó los desafíos de su vida. Su legado forma parte de la compleja historia de los Kennedy, una familia marcada por la tragedia. Con su fallecimiento, desaparece una figura que fue testigo directo de algunas de las décadas más intensas de la política y la sociedad estadounidense del siglo XX.
