Gessamí Caramés, chef y presentadora de 'Cuines': “En el restaurante, algunos clientes me dicen que se me ve más delgada que en la tele. No lo hacen con mala intención, pero esos comentarios me pueden hacer daño”

'Sense filtres'

La cocinera del restaurante Meleta de Romer explica en el pódcast 'Sense filtres' cómo descubrió que tenía un TCA y confiesa que en su vida “hay dos momentos distintos”: “Cuando como para vivir y cuando vivo para comer”

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Gessamí Caramés en el podcast de 'Sense filtres'

Gessamí Caramés en el podcast de 'Sense filtres'

RAC1

En Catalunya hay 28.000 jóvenes que padecen un trastorno de la conducta alimentaria (TCA) y la gran mayoría son mujeres. De hecho, 9 de cada 10 pacientes lo son. 

Muchas veces, estos trastornos se detectan en la adolescencia, pero también hay mujeres que viven durante muchos años con un TCA hasta que un día se dan cuenta de que ciertas conductas que habían normalizado las están poniendo en peligro.

Su paso por el ITA

La chef del restaurante Meleta de Romer y copresentadora del programa Cuines de TV3, Gessamí Caramés, descubrió que tenía un TCA en 2021, hace unos cuatro o cinco años. 

Ahora, Caramés tiene 33 años, pero ha explicado en el podcast Sense filtres, de Marta Cailà, que ha estado “haciendo dietas” desde que tiene uso de razón. Es decir, prácticamente toda su vida. Fue cuando dos personas muy cercanas a su entorno le hablaron de cómo había sido su paso por el Instituto de Trastornos Alimentarios (ITA), en Barcelona, que la restauradora encendió alguna alarma.

La cocinera Gessamí Caramés en el programa 'Cuines'

La cocinera Gessamí Caramés en el programa 'Cuines'

3Cat

“Era un momento en que yo estaba muy bien y muy tranquila. Era una de las épocas en que estaba comiendo mejor y, por tanto, estaba más delgada. Decidí entrar en la página del ITA y hacer una especie de test que había. El test me decía que tenía o podía tener un TCA”. 

Caramés fue al instituto para entrevistarse con una terapeuta y allí “muchas cosas cobraron sentido” y comenzó a “entender muchas cosas” de sus “altibajos de peso a lo largo de la vida”.

Saber que tenía un TCA ayudó a la chef a “aprender a no relacionar el peso solo con falta de voluntad o con el comportamiento, sino que antes hay unas emociones y unos pensamientos que había descuidado siempre”. 

A Caramés le diagnosticaron un TCA de atracón sin compensación. Aunque reconoce que esas conductas las tuvo de joven: “Recuerdo que en algún momento sí vomité, usé laxantes y diuréticos y, en algún momento, hice exceso de deporte para compensar la pizza que había cenado”.

¿Qué desencadena el trastorno?

En el caso del trastorno por atracón, la persona come según su estado de ánimo. La chef reconoce que, desde que ha podido empezar a detectarlo, se ha dado cuenta de que le pasa cuando está “saturada de trabajo” y en días en que “no ha tenido tiempo” para ella misma, como por ejemplo no haber desayunado o no haber podido prepararse el almuerzo; o por “alguna situación personal, como una discusión de pareja, con un familiar o una amiga”. 

“Cuando llegas a casa saturada, tu cerebro necesita dopamina. Y esta es sentarte a la mesa y pensar 'ahora es mi momento', y es cuando empiezas a comer y no hay freno porque tienes la sensación de que, cuando termines, volverá el caos”.

Caramés diferencia su trastorno de otros TCA como la anorexia, porque “la gente que tiene miedo a la comida directamente la evita”. En cambio, ella identifica claramente dos momentos en su vida: “Cuando como para alimentarme y para vivir, y luego cuando vivo para alimentarme. A mí me gusta comer, me gusta comer bien y me sienta muy bien. Todo depende de cómo llega tu cerebro a la mesa y de si ve el alimento como una droga y, por tanto, como una recompensa”.

Padecer un TCA y ser una cara pública

La cocinera afirma que aún no se ha recuperado del TCA, pero tiene “mucha confianza” en que se puede curar. Ahora bien, los trastornos de la conducta alimentaria son una enfermedad crónica y Caramés es consciente: “Necesitamos mucha terapia. Estamos hablando de salud mental, pero también lo podemos comparar con la salud física. No quiero ser apocalíptica, pero las personas que tienen o han tenido un TCA, igual que los que han sufrido un trastorno por consumo de alcohol, siempre deben estar alerta”.

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Caramés presenta el programa Cuines de TV3 y, además, dirige su propio restaurante en Tarragona. Esto significa que, a menudo, en su local hay personas que la han visto en televisión y, aunque lo hagan de buena fe, se creen con la libertad de opinar sobre el físico de alguien a quien solo han visto a través de una pantalla.

“Cuando hablas con una persona tienes que conocer primero su historia y saber qué pasa. Yo ya estoy acostumbrada a que hablen de mi físico y que vengan clientes al restaurante y me digan 'Qué guapa estás, estás más delgada aquí que en la tele'. Sé que no lo hacen con mala intención y que no son conscientes de todo lo que hay detrás, pero a mí, en un momento concreto de mi vida, eso me puede provocar una bajada muy importante” dijo.

“Ya estoy acostumbrada a que hablen de mi físico. Vienen clientes al restaurante y me dicen que se me ve más delgada que en la tele. No lo hacen con mala intención, pero esos comentarios me pueden hacer daño”

Gessamí Caramés afirma en Sense filtres que ha decidido contar su historia porque se siente preparada. “Me siento a gusto contándola, y no siento vergüenza”, concluye.

Este artículo fue publicado originalmente en RAC1.

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