La nueva vida de Carlos Lozano a los 63 años, dedicado a la ganadería tras dejar la televisión: “Tengo mi casita en un pueblo”

Renacer rural

El veterano rostro de la pequeña pantalla ha relatado en sus últimas intervenciones cómo ha cambiado de rumbo, instalado en la sierra madrileña y entregado a una rutina que contrasta con décadas de grabaciones, directos y platós

Carlos Lozano, en una imagen de redes sociales.

Carlos Lozano, en una imagen de redes sociales.

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Echar la vista atrás en la historia catódica es toparse con él. Carlos Lozano fue, entre otras muchas cosas, la cara visible de un fenómeno. El madrileño ejerció de presentador en la inolvidable primera edición de Operación Triunfo en TVE, pero lo cierto es que aquello solo fue uno de tantos formatos de los que acabaría formando parte. Durante años encadenó concursos, especiales y realities. La ruleta de la fortuna, Eurojunior, Gran Hermano VIP o Supervivientes dibujan una trayectoria que lo acompañó por cadenas y temporadas.

Su figura, asociada a audiencias multitudinarias y a un estilo directo, acabaría así convertida en un símbolo de una televisión que vivía entre la inmediatez del directo y la presión constante. Él mismo ha reconocido que ese ritmo le pasó factura y que, en un momento crítico, optó por apartarse. Lo ha contado en distintas apariciones recientes, donde ha señalado que el alejamiento no fue repentino, sino un proceso. “Me fui, me limpié mucho y tengo una vida nueva”, confesó recientemente.

El presentador Carlos Lozano junto a Rosa en 'OT 1'

El presentador Carlos Lozano junto a Rosa en 'OT 1'.

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“Mis ovejitas y mis gallinitas”

De los platós a disfrutar de su día a día como ganadero

A partir de ese punto, su relato siempre conduce al mismo escenario: la Sierra de Madrid. Allí lleva más de tres años asentado, según expuso en El show de Bertín el pasado febrero de 2025, a media hora de la capital y rodeado de la calma que buscaba. “Vivo en la sierra, con mis ovejitas, con mis gallinitas, que son mis animales de compañía. Me he hecho una casita en el campo y muy bien, estoy muy contento”, explicó en el programa de Canal Sur. Así, esa vivienda, construida a su medida, es hoy el centro de una rutina que poco tiene que ver con los horarios de plató.

El exconcursante de Supervivientes detalló también que se levanta entre las 6 y las 7 h de la mañana. Lo primero es atender al ganado, una tarea que repite por la tarde antes de cerrar la jornada alrededor de las 20 h. En sus palabras, “me he convertido en ganadero porque me gustan mucho los animales”. Una afirmación que respalda con cifras, pues ha llegado a señalar que tiene “20 gallinas y me han parido 16”. Entre ovejas, gallinas, perros y una pequeña huerta, organiza un día que describe como sencillo, constante y centrado en el cuidado de la finca.

Esa vida, asegura, le ha permitido recuperar una serenidad que no encontraba en la ciudad. No obstante, mantiene vínculos en Madrid, en especial por su hija Luna –nacida de su relación con Mónica Hoyos–, con quien continúa muy unido. La proximidad geográfica le facilita un equilibrio entre su rutina rural y las citas familiares que aún lo llevan de vez en cuando a la capital.

Carlos muestra sus animales en las redes.

Carlos muestra sus animales en las redes.

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“Por el trabajo volveré”

El presentador no cierra la puerta a la televisión

Aunque ha dado un giro drástico, no da por concluida su etapa televisiva. De hecho, en sus declaraciones también ha reiterado que “por el trabajo volveré, porque al final llevo toda la vida en esto”. Sin embargo, matiza que solo regresará si surge un proyecto que encaje con su momento actual: “Para hacer algo que no te apetezca… es mejor quedarte en tu casa y no salir de ella”.

Mientras llega –o no– ese ilusionante futuro profesional, continúa instalado en una dinámica que define como puramente natural. Sigue sin pareja desde 2019, se declara “muy feliz, soltero, feliz”, y defiende que su horizonte inmediato pasa por cuidar de sus animales y mantener su finca. Un cambio radical para quien durante décadas formó parte del engranaje televisivo y que hoy, lejos de los focos, opta por una vida que resume con esa frase que fácilmente podría servirle de tarjeta de presentación: “Tengo mi casita en un pueblo, mis animales, mi granjilla y mis perros y vivo en la naturaleza absoluta”.

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