La cuenta atrás para la boda de la actriz Belén Écija y el asesor financiero Jaime Sánchez entra en su recta final, con Menorca como enclave elegido para sellar este nuevo capítulo. Aunque el día central será el sábado 14 de junio a las 17:00 horas, la isla se prepara este viernes para ser testigo de las celebraciones previas.
Se conocieron gracias a varios amigos en común. Tras seis años de noviazgo discreto, la pareja anunció el compromiso en septiembre del 2024 mediante una divertida publicación de Instagram que comienza así: “En mayo Jaime me leyó la carta más bonita del mundo, que terminaba con una posdata en forma de pregunta que nos uniría para siempre”. Ahora, ocho meses más tarde, se encuentran en su destino perfecto disfrutando de su preboda entre música, playa y amigos. La elección del lugar no es fruto del azar: Menorca ha sido escenario de las vacaciones familiares durante años.
Así, la fiesta arranca la tarde del viernes con una fiesta que se prevé que se alargue hasta la noche en el chiringuito Binidalí Beach Bar Som Sis, según afirman medios como El Confidencial. Aunque la pareja lleva en las calas menorquinas varios días, la celebración será la ocasión perfecta para recibir a los últimos invitados, que oscilan entre 100 y 400.
El sábado a las 17:00 horas, las puertas de la iglesia de Sant Climent se abrirán para acoger el “sí, quiero”. Sin embargo, la novia ha dejado claro que no será una boda convencional y que quiere “dejarse llevar”. No habrá padrinos, pero se espera que su padre, el productor Daniel Écija, la acompañe al altar.
Lucirá un vestido de Valenzuela, una de las marcas favoritas de su madre, la actriz Belén Rueda. “El vestido se va formando poco a poco basándonos en sus ideas, gustos y personalidad. Yo me encargo de reflejar todo lo que ella me transmite en el diseño de su vestido. Se deja asesorar totalmente en cuanto a propuestas que potencian todo lo que ella se imaginaba, se fía totalmente de mí, lo que hacer que sea todo muy fácil”, afirmó la diseñadora en una reciente entrevista.
Se desconoce la finca donde tendrá lugar la celebración, pero se sabe que la pareja quiere disfrutarlo con amigos y familia. Una fiesta íntima en la que quieren que estén presentes “los de siempre” y que inaugura la temporada de bodas.