Durante la campaña electoral, Donald Trump prometió una y otra vez que, en caso de volver a la Casa Blanca, pondría fin a las políticas de diversidad, equidad e inclusión (DEI, por sus siglas en inglés) del Gobierno federal de Estados Unidos. Y nada más asumir la presidencia, el pasado 20 de enero, se mostró fiel a su palabra, firmando una orden ejecutiva destinada a desmantelar estos programas “radicales y despilfarradores”.
Para Trump, DEI es sinónimo de muchos de los males que afectan al país. Así lo evidenció este pasado jueves, cuando culpó a las políticas inclusivas del accidente aéreo en Washington. El mandatario aseguró, sin pruebas, que la causa del siniestro había que buscarla en la decisión de la Administración Federal de Aviación de fomentar “la contratación de personas con graves discapacidades intelectuales y psiquiátricas”. Un paso más en su cruzada contra unas políticas con décadas de historia.

Los equipos de emergencia trabajan en las labores de rescate de las víctimas de la colisión entre el avión y el helicóptero en el río Potomac, en Wwashington
¿Qué es DEI?
DEI es el término que engloba a todas las medidas que buscan fomentar la diversidad en el lugar de trabajo, con el fin de garantizar una representación más justa de colectivos considerados históricamente marginados en Estados Unidos, como la población afroamericana, los miembros de la comunidad LGBTQ+, las mujeres, las personas discapacitadas y otras minorías.
En el Gobierno federal, las prácticas de DEI incluyen capacitación de personal para combatir la discriminación, abordar la desigualdad salarial según criterios raciales o de género y ampliar el acceso al mercado laboral de grupos subrepresentados.
¿Cuál es el origen de DEI?
El término DEI es relativamente nuevo, aunque los esfuerzos de la Administración estadounidense por corregir las desigualdades estructurales se remontan a la Ley de Derechos Civiles de 1964, firmada por el entonces presidente Lyndon B. Johnson. Esta medida legislativa, que buscaba dar respuesta a las demandas del movimiento por los derechos civiles, prohibió la discriminación por motivos de raza, religión, origen nacional, color y sexo; y supuso un antes y un después en la vida de los estadounidenses al implicar el fin de la segregación.
Un año después de firmar esa ley, Johnson emitió una orden ejecutiva que exigía al Gobierno federal que garantizara que los solicitantes y empleados fueran tratados sin importar su raza, credo, color u origen nacional.
Los esfuerzos de DEI se aceleraron, también en el sector privado, en 2020, tras el asesinato de George Floyd, el hombre afroamericano que murió asfixiado en Minneapolis después de que un oficial de policía blanco le clavara la rodilla en el cuello.
¿Por qué Trump se opone a DEI?
Trump y sus aliados, como el magnate Elon Musk, creen que las políticas DEI discriminan injustamente a otros estadounidenses, como los hombres blancos. Además, piensan que con las políticas de inclusión no se tienen en cuenta los méritos de las personas que aspiran a un puesto de trabajo, al priorizar otros aspectos como la raza o el género.
En su intervención en el Foro Económico Mundial de Davos, Trump llegó a definir las medidas DEI como “tonterías discriminatorias”, mientras que Musk ha asegurado que las políticas de diversidad “no son simplemente inmorales, sino también ilegales”.
La retórica anti DEI se ha hecho especialmente patente en dos desastres recientes: en los incendios forestales en California, cuando desde la derecha estadounidense se atribuyó la mala gestión del episodio a la priorización de la diversidad en la Administración pública; y en el accidente aéreo en Washington, atribuido por Trump a las políticas de inclusión impulsadas por Biden y Obama.
¿Qué dicen los partidarios de DEI?
Para los defensores de los derechos civiles, las políticas DEI son fundamentales para garantizar la inclusión de los grupos marginados y corregir una desigualdad que atraviesa décadas y generaciones.
Entidades como la Unión Estadounidense de Libertades Civiles niegan que los programas de DEI sean discriminatorios, e insisten en que “son esenciales para crear entornos donde todos tengan la oportunidad de tener éxitos y abordar las barreras persistentes para que las personas avancen en sus carreras”.
Por otro lado, también hay quien destaca los beneficios económicos de las medidas de DEI. Según la consultora McKinsey & Company, las empresas que apuestan por la diversidad están en mejores condiciones de responder a los desafíos del entorno, y normalmente consigues minimizar la rotación de empleados, reduciendo gastos operativos.
¿Qué ha hecho Trump contra DEI?
Desde que regresó a la Casa Blanca, Trump ha firmado órdenes ejecutivas para poner fin a los programas gubernamentales de diversidad y eliminar todas las oficinas y empleos federales relacionados con DEI. Asimismo, se ha ordenado dar de baja todas las páginas de internet del Gobierno federal que tratan esta materia.
Trump también quiere que el sector privado abandone las políticas de DEI, y sus presiones ya han surtido efecto. Por ejemplo, Meta ha anunciado que eliminará sus programas de diversidad para adaptarse a los “cambios” legales y políticos en este ámbito en Estados Unidos, y Amazon ha reducido algunos de sus servicios en este ámbito. Walmart, Harley-Davidson, Tractor Supply o John Deere son otras empresas que han desmantelado sus programas de DEI, muchos de ellos establecidos tras la muerte de George Floyd.