“Iban a ganar en tres días y ya llevamos tres años”. La frase resonó ayer en el centro de Kyiv, donde el Gobierno ucraniano, incluido el presidente Volodímir Zelenski, tuvo un encuentro con la prensa que, como era de esperar, giró en torno al acuerdo sobre las llamadas tierras raras que Washington puso sobre la mesa, la posibilidad de poner fin a la guerra y, claro, su relación con Donald Trump.
Un escenario totalmente diferente al que se dio en los dos años anteriores, cuando el aniversario fue aprovechado para atraer la atención del mundo hacia las condiciones en el frente de batalla y para hablar del impacto de la invasión en la población ucraniana.
“No hay lugar para las emociones, tengo que tener un acercamiento pragmático con esta Administración [estadounidense]”, afirmó Zelenski en las más de dos horas que estuvo respondiendo a las preguntas. “No lo digo como un halago, pero no me ofendo. Solo un dictador se ofende cuando le llaman dictador, y yo no soy un dictador. Salí elegido con el 73%”, explicó el presidente ucraniano, que una y otra vez fue cuestionado sobre la relación con el mandatario estadounidense, que días atrás lo tachó de ser un “dictador sin elecciones”.
Además de advertir de que él no piensa quedarse como presidente de Ucrania muchos años, Zelenski añadió: “Si necesitan que deje esta silla, estoy dispuesto a hacerlo, y también puedo cambiarlo por la entrada de Ucrania en la OTAN”. Pero también recordó que la Constitución prohíbe hacer elecciones con la ley marcial. Aún más, profundizó que si pudiera modificarse la ley, Ucrania se encontraría con decenas de problemas para convocar las urnas.
“Solo un dictador se ofende cuando le llaman dictador, y yo no lo soy, fui elegido con el 73%”, dice a Trump
La seguridad o la imposibilidad de movilizar a los soldados para que voten o para llevar a observadores a muchas partes de Ucrania son algunos de los obstáculos que también han sido expuestos por oenegés, que coinciden en la imposibilidad de hacer elecciones en estas circunstancias.
“Nos gustaría que fuera una prioridad para Estados Unidos primero hablar con nosotros y luego con Rusia”, insistió Zelenski, quien dejó claro que le gustaría que los aliados apoyen a su país en las negociaciones y no que actúen como mediadores.
“No hay paz sin fortaleza”, dijo, y reclamó que Europa, al igual que el Reino Unido, debería formar parte de las negociaciones.
Tanto Zelenski como sus ministros, que mantuvieron una reunión informativa con la prensa al comienzo de la tarde, insistieron en la “unidad”, tanto interna como externa, a la hora de negociar y de presentarse frente a Rusia. De allí que el mandatario subrayó la importancia de la visita que realizan hoy más de una docena de líderes europeos, entre ellos el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.
En este encuentro se hablará de las garantías de seguridad –el tema más importante para Kyiv actualmente– que necesita Ucrania para negociar el fin de la guerra. “La OTAN sigue siendo la opción más económica”, sentenció Zelenski, que dijo que todas las cartas seguían en la mesa. También aseguró que esperaba la visita a Washington esta semana del presidente francés, Emmanuel Macron –con quien habla “casi a diario”, dijo– y del primer ministro británico, Keir Stamer.
De vuelta en Europa, según anunció el ucraniano, habrá una reunión para escuchar las propuestas de Washington y definir un camino que se complicó aún más desde que Zelenski decidió no firmar del acuerdo sobre la explotación de minerales raros y otros recursos por 500.000 millones de dólares presentado por el Gobierno Trump. El presidente, que agradeció una y otra vez la ayuda estadounidense, explicó que el acuerdo fue presentado como pago de lo que Estados Unidos había dado a Ucrania –que es de 100.000 millones de dólares y no de 500.000 como plantea Trump–. Dijo que ese dinero había sido ofrecido por el expresidente Biden como “ayuda” y no como “préstamo”.
Ucrania inicia el cuarto año de guerra pensando en cómo lograr la paz con seguridad
Zelenski rechazó un acuerdo sobre el pasado que no da garantías para el futuro y que atenta a la “dignidad de los ucranianos”. También señaló que es imposible terminar la guerra sin Ucrania. “Si negocian sin nosotros, no funcionará”, concluyó.