Es antinatural que Europa deba prepararse para la guerra y, más, sin el paraguas del ejército estadounidense. La Unión Europea se concibió para evitar las guerras, para que nunca más hubiera una en el continente.
Cambiar esta naturaleza pacifista es muy complicado. Todos los intentos de dotar a la UE con una autonomía estratégica han fracasado. No es solo porque los europeos disfrutaban de una protección que no pagaban, sino porque no hay ejército sin gobierno.
No hay ejército sin gobierno y no hay disuasión si no hay voluntad de entrar en combate
Europa necesita más unidad política, un verdadero gobierno que actúe en nombre de los 27. Solo así se podrá crear un ejército multinacional.
Es un paso de gigante respeto a lo que es hoy la UE. Los países que han cedido su moneda y sus fronteras, deben ahora renunciar a la última soberanía que les queda, la defensa.
Aunque la urgencia que impone el abandono estadounidense y la amenaza rusa provoque un cierre de filas político, Europa está muy lejos de poder defenderse sola.
La voluntad política y los recursos económicos para fortalecer la producción industrial de armas en Europa es el paso más fácil.
Lo más difícil es crear una unidad de mando, tanto político como militar. Un mando único significa que soldados de diversas nacionalidades estarán a las órdenes de comandantes que no serán de su país ni hablarán su idioma. No es solo un problema de comunicación, sino de cultura y confianza. Cada país tiene su propia cultura militar. Es fácil encajar las diferencias cuando las misiones son de pacificación, pero entrar en combate es otra cosa.
Ir a la guerra implica estar dispuesto a entregar la vida para defender una causa o un territorio. Cualquier soldado se pregunta en manos de quién pone su vida. Los ciudadanos civiles se preguntarán lo mismo y no creo que la opinión pública europea esté dispuesta a este sacrificio.
Los jóvenes europeos no tienen memoria de la guerra ni de la dictadura. Gracias a la UE han crecido libres de amenazas. Convencerlos de que ahora deben luchar no será fácil.
No lo será, sobre todo, en Alemania, donde pacifismo ha sido una necesidad para evitar que el pasado se repita. ¿Cómo le dices a los alemanes que han de prepararse para la guerra cuando han sido educados para evitarla?
Europa puede rearmarse para disuadir a Rusia, pero esta disuasión no funcionará sin la voluntad y los medios para entrar en combate. Putin explotará esta debilidad y Europa no tendrá más opción que negociar.